La hormona, el tuit y el libro
Los más pequeños leen. Incluso les gusta. Pero cuando llega la adolescencia, especialmente entre los chicos, “llegan también la hormona y el tuit y dejan de leer”. A la hormona no hace falta darle muchas vueltas. En cuanto al tuit, es el término que utiliza el editor David Trías el sábado por la noche, durante la fiesta de Sant Jordi de La Vanguardia, para referirse a las absorbentes, voraces redes sociales.
La hormona y el tuit les dan miedo a los editores, reconoce. Tras ellos, a ver quién rehabilita a esos lectores que tan bien iban. Pero Trías también explica que, dentro de su grupo editorial, el cada vez más extenso Penguin Random House, la división juvenil –no se está poniendo medallas, porque no es la suya– es la que más crece clarísimamente. Él lo explica porque los padres pueden pensar que no tienen apenas tiempo para leer o que ya tienen bastantes libros en las estanterías, pero si pueden no escatiman dinero a la hora de comprar un libro para los hijos. Si les gusta un autor y quieren su última trilogía juvenil, que es lo que se lleva ahora, se la compran. Y si quieren diez, les compran diez.
Unas afirmaciones que tenían el mejor campo de pruebas ayer en las largas colas que rodeaban los puestos de firmas de toda Barcelona, muchos de cuyos integrantes eran, contra el tópico, adolescentes. Sí, pese a todo los adolescentes leen. Pero es cierto también que, en buena parte de los casos, son ellas, las adolescentes, las que leen. Y las que hacen largas colas que pocos adultos aguantarían para conseguir la firma de sus autores favoritos, aunque en este caso tienen suerte y no les hace falta montar un campamento durante un mes como cuando se trata de comprar la entrada para un concierto de Justin Bieber.
Y sí, algunos de los adolescentes en busca de un autógrafo van cargados de libros. Por ejemplo, de cuatro libros de la serie Wonder, creada por una de las superventas del mundo infantil y juvenil, la estadounidense de origen colombiano R. J. Palacio, que ayer explicaba desde la mesita en la que firmaba en la plaza Vicenç Martorell, junto a La Central del Raval, que cree que el ascenso de “la literatura para niños y adolescentes se debe a que quizá al fin ha recibido el apoyo crítico que no tenía, y eso cambió gracias a J.K. Rowling”. Y añade que es una literatura que puede leer todo el mundo en la familia –cuenta que le han venido incluso abuelas a por firmas– y que permite compartir buenas conversaciones. Y pensar: Luna, de 14 años, una de las que ha ido a conocer a la autora, dice que Wonder le gustó mucho porque “es una crítica de la sociedad, me ha hecho reflexionar mucho sobre cómo los que son diferentes siempre son maltratados y sufren mucho más, es una obra para que la gente piense”. Tras esto, no queda duda de que muchos adolescentes suben fuertes.
También físicamente. Elena y María son de las que han hecho dos horas de cola para lograr que les firme un libro el escritor andaluz Blue Jeans en el paseo de Gràcia. “Son historias que le pueden pasar a cualquier adolescente, cercanas a nosotros, en primera persona”, señalan. También leen a Albert Espinosa, dicen. Paula, de 19 años, que ha esperado aún más para que
le firme Algo tan sencillo como estar contigo, dice que ella empezó a leerlo al entrar en secundaria y que sus historias han crecido con ella hasta la universidad. Y todos coinciden en que no es que no quieran leer sino que quieren leer cosas que conecten “con la mentalidad de nuestra época”, como explica una joven que va a que le firme sus poesías –tituladas Mi chica revolucionaria– el cantante Diego Ojeda, que le interesa más que “Lorca, muy enrevesado, no se entiende”.
Blue Jeans, tras firmar durante casi cinco horas en la Casa del libro –sólo tenían que ser tres–, coincide en el diagnóstico: explica el increíble éxito entre sus lectores porque se identifican con algo de los personajes, gente del siglo XXI que viven lo mismo que ellos, muy reales, obras muy corales que hacen que algo de alguno de ellos le toque siempre a alguien. Dicho de otra manera, cuando la hormona y el tuit llegan, mejor que también estén dentro de las novelas.
Para la autora de ‘Wonder’, J.K. Rowling es la que ha permitido el ascenso de la literatura infantil y juvenil