La Vanguardia

LA GRUTA DE LAS MARAVILLAS

-

Los espacios de la Domus Aurea (literalmen­te, la casa de oro) que se han conservado eran, según los arqueólogo­s, un lugar de ocio, no para vivir de modo permanente, pues no se han encontrado ni cocinas ni instalacio­nes de calefacció­n. Nerón en persona supervisó las obras, denostadas por el pueblo por el expolio que habían comportado. Aún hoy produce impresión hacer un recorrido y comprobar la grandiosid­ad del palacio, sus bóvedas. Uno de los sitios más impactante­s es la sala octogonal, con una cúpula de hormigón y un óculo central que podrían haber inspirado el Panteón. Durante siglos, la Domus Aurea permaneció bajo tierra, inédita. Fue a finales del siglo XV cuando un joven romano cayó accidental­mente por una fractura del terreno y descubrió la maravilla. Pronto varios jóvenes artistas de la época, entre ellos Miguel Ángel y Rafael, descendier­on a aquellas extrañas grutas llenas de fabulosos frescos. Los estudiaron con detalle y trataron de imitar el estilo, conocido como grutesco, que influiría en el arte del Renacimien­to en toda Europa. Consistía en una combinació­n de elementos vegetales, animales fantástico­s y seres mitológico­s. La mayor parte de aquellos frescos ha desapareci­do. El reto es salvar lo que queda e intentar que afloren algunas pinturas. Como siempre, Roma afronta una tarea de Sísifo en la conservaci­ón de su patrimonio. La tenacidad no basta para vencer. El pino del Himalaya tiene los días contados. Lo arrancarán y eso aliviará la frágil Domus Aurea, pero la lucha contra el deterioro, en este y otros monumentos, nunca dará tregua.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain