Los edificios descartados
Según ha podido saber La
Vanguardia, la torre Glòries (ex-Agbar) fue una de las tres
finalistas en el proceso de selección del edificio que Barcelona pone a disposición de la EMA. El barrido del mercado de oficinas realizado por el Ayuntamiento, y supervisado por el gerente municipal, Jordi Martí, se centró en la búsqueda de un edificio que pudiera estar disponible de inmediato. La suma de dos de las torres Iberdrola, en la Zona Franca, podía cumplir ese objetivo. Otra alternativa que se estudió fue la torre Mapfre del Port Olímpic. La torre Glòries, en caso de que la EMA creciera a corto plazo, podría complementarse con el uso de un edificio vecino y casi vacío, el de la antigua y fugaz sede de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones.