Una final para tirar cohetes
Celebrar diez años como patrocinador del torneo y hacerlo con el décimo triunfo de Nadal es un lujo. Una coincidencia para tirar cohetes que (no tengan la menor duda) Banc de Sabadell ya había previsto porque eso es justo lo que sucedió: cuando Javier Godó, conde de Godó, Albert Agustí y Josep Oliu entregaron su nueva copa al mallorquín los fuegos artificiales explotaron en la pista central, que merece, más que nunca, el nombre del campeón.
Un broche inesperado para la victoria deseada por la mayoría en esta final de frío (pero frío de verdad, ¡de manta!) que a pesar de todo registró un lleno total en la grada. Y en el palco, con Neus Munté, Enric Millo, Josep Rull y Mercè Conesa que vibraron con el partido aunque no fuera el duelo decisivo que todos habían previsto. O querido.
Es obvio que con la lesión de última hora de Nishikori, muchos habrían preferido que al menos fuera Sir Andy Murray (el escocés fue nombrado caballero por la reina Isabel II en diciembre) quien se hubiera disputado el nuevo título en Pedralbes. Ante Nadal, claro, porque ya se ha dicho que se da siempre por hecho que uno de los dos finalistas es el mallorquín. Más si viene de ganar en Montecarlo.
Thiem destrozó el guion pero no decepcionó a nadie. Al menos en el primer set, supo cómo arrancar los aplausos sinceros de extenistas como Albert Costa, los dos Manolos (Orantes y Santana), Luis Arilla, Joan Gispert o Joan Margets.Y también de Félix Mantilla, Jordi Arrese y Conchita Martínez, que no han cumplido todos los días en la cita de Barcelona con el tenis. Pero permitió también que Enrique Hevia viera como el descorche de su cava, e l
A este paso Toni Nadal, tan supersticioso como el sobrino, no jubilará jamás esa gorra que se cae de vieja
de los campeones (Segura Viudas) se hacía una vez más en honor del mallorquín. Y de su nuevo récord. Porque con esta victoria que emocionó a la novia del campeón eterno (no se entiende que Mery no esté ya acostumbrada) e hizo levantar de un salto de alegría tanto a Carlos Godó, consejero delegado de Grupo Godó, como a Fernando Soler (de IMG), Nadal ya suma 51 victorias en tierra batida. Dos más que Guillermo Vilas... A este paso su tío Toni Nadal (tan supersticioso como el sobrino) no va a cambiarse jamás su blanca gorra de Iberostar que ya se cae de vieja.
El detalle del nuevo récord no pasó desapercibido para Jaume Llena, Javier Faus o la eficaz Sonia Parera, tres directivos del club anfitrión que saben de tenis pero también de estadísticas igual que Màrius Carol y Santi Nolla, directores de La Vanguardia yde Mundo Deportivo respectivamente. Resultó pues una tarde entretenida y de mucho frío que Ana Godó, editora de Libros de Vanguardia, siguió en familia, igual que los Suqué, los Durall, los Lerín y los Guardans y que no se perdió el tándem de Rolex GR Barcelona con Cédric Muller y la familia Grau y Rabat a la cabeza. Convocó también a Estrella Pujol, la responsable de la belleza interminable de Judit Mascó, Álex Enseñat y Eduard Canut. Y divirtió a Lluís Comas, Xavier Pagès o Gonzalo Fournier, los tres impactados por la aparición de un grupo de señoras ataviadas con vistosos sombreros. Guiadas por Núria Arnau, venían de la Passejada amb Barret que cada último domingo de abril recorre Barcelona y aunque llegaron tarde, los cohetes no se los perdieron.