La Generalitat extenderá la tasa del azúcar a la bollería industrial
El nuevo impuesto aprobado por el Govern se aplica desde ayer a las bebidas
El secretario de Hisenda de la Generalitat, Lluís Salvadó, adelantó ayer que el Govern quiere extender el nuevo impuesto sobre las bebidas azucaradas a los productos de bollería industrial, en línea con lo recomendado por la OMS.
El secretario de Hisenda de la Generalitat, Lluís Salvadó, aseguró ayer que el nuevo impuesto sobre bebidas azucaradas que entró en vigor el 1 de mayo está en línea con una “nueva cultura” destinada a “corregir” determinadas patologías sociales, y amparada por las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La intención ahora es aplicar un impuesto similar a otros productos con exceso de grasa y azúcar. Entre los sectores mencionados por Salvadó están la bollería industrial y los alimentos preparados.
“El impuesto de bebidas azucaradas forma parte de una nueva cultura de impuestos. El impuesto queda enmarcado en la nueva corriente de usar la tributación para corregir ciertos problemas que tiene la sociedad”, dijo Salvadó en declaraciones a RAC1. Como explicó el alto cargo de la Hacienda catalana, “el objetivo del Govern es corregir determinados hábitos, no tanto de los consumidores como de los propios fabri-cantes”. “Existe la voluntad de poner este impuesto sobre los alimentos con exceso de azúcar o de grasa”, avanzó el secretario de Hisenda.
De acuerdo con esta filosofía, el Govern vería cumplido su objetivo si la industria alimentaria corrigiera la composición de determinados productos para hacerlos más saludables y evitar, de esta forma, pagar más impuestos. Los productos que se vean gravados en el futuro por el Govern –en el caso que se concreten los planes avanzados ayer por Salvadó– o bien serán más caros que los de la competencia o, si el precio de venta al público no incorpora el nuevo gravamen, dejarán menores márgenes a las empresas que los fabriquen. Ambas opciones podrían llevar a las empresas a reducir el peso de los componentes sujetos a la nueva tributación.
No obstante, Salvadó habló de un horizonte de entre cuatro y cinco años para extender el impuesto. Por ahora, el Govern sólo ha sacado adelante –no sin dificultades por la beligerancia del Ministerio de Hacienda– el nuevo impuesto autonómico que grava a las bebidas azucaradas envasadas, que las empresas de la industria, distribución y la hostelería de Catalunya empezaron a aplicar ayer mismo.
Según recordó la Asociación de Empresas de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc), la medida prevé dos subidas: una de 0,08 céntimos por litro si el producto tiene entre 5 y 8 gramos de azúcar por cada 100 mililitros, y otra de hasta 0,12 céntimos por litro en caso de que el azúcar supere los 8 gramos por cada 100 mililitros.
Los productos afectados son todos los refrescos o sodas, bebidas de néctar de frutas, bebidas deportivas, bebidas de té y café, bebidas energéticas, leches endulzadas, bebidas alternativas de la leche, batidos y bebidas de leche con zumo de fruta, bebidas vegetales y aguas con sabores. “Hoy, seguramente, no se notará que la bebida es más cara. El impuesto se empieza a repercutir a partir de la fecha que el punto de venta ha comprado el producto al distribuidor”, aclaró Salvadó en los micrófonos de RAC1, que insistió en que “la idea es que el consumidor pague el impuesto para que se produzca un cambio de hábitos del consumidor”.