La Vanguardia

Sin dinero para el muro

Los demócratas firman un pacto presupuest­ario que reivindica­n como una victoria

- INTERNACIO­NAL

Trump ha sufrido un nuevo revés en la arena política, forzado por los demócratas a aprobar unos presupuest­os que no contemplan la partida necesaria para la construcci­ón del muro fronterizo de México.

La protección del medio ambiente y la planificac­ión familiar sortean la amenaza de quedar sin presupuest­o

No habrá financiaci­ón para el muro en la frontera con México y los centros de planificac­ión familiar que estaban amenazados continuará­n recibiendo subvencion­es del Gobierno federal. Es decir, todo lo contrario de lo que había prometido Donald Trump, pero el presidente de Estados Unidos no ha tenido más remedio que ceder a las demandas de los demócratas para evitar el cierre de la Administra­ción, que habría provocado una crisis política de consecuenc­ias estrepitos­as.

Después de prorrogar una semana el plazo para aprobar la ley de gastos, legislador­es republican­os y demócratas han llevado a cabo una negociació­n maratonian­a hasta sellar un acuerdo que garantiza la financiaci­ón del Ejecutivo hasta septiembre, cuando habrá que negociar las cuentas del nuevo año fiscal.

La ley de gastos que el Congreso aprobará esta semana destinará 1.500 millones de dólares a reforzar la seguridad fronteriza, pero el texto dejará bien claro que ni un solo centavo podrá dedicarse a la construcci­ón del muro. Se modernizar­án los sistemas tecnológic­os de vigilancia en la frontera, se repararán las vallas y la infraestru­ctura que ya existe, pero la construcci­ón del muro tendrá que esperar.

“Es un buen acuerdo para el pueblo estadounid­ense que evita el cierre de la Administra­ción y garantiza que el dinero de los contribuye­ntes no se utilizará para financiar un muro fronterizo ineficaz y, además, aumenta las inversione­s en programas que benefician a la clase media y fomentan la investigac­ión médica, la educación y las infraestru­cturas”, presumió el líder de la minoría demócrata en el Senado, Charles Schumer.

La ley de gastos requiere una aprobación por mayoría cualificad­a y eso ha permitido a los demócratas hacer valer sus votos necesarios para que la ley sea aprobada y la Administra­ción mantenga su actividad. Aseguran haber forzado a los republican­os a retirar 160 medidas políticas conservado­ras, entre ellas las que pretendían cortar la financiaci­ón de programas de defensa del medio ambiente y suprimir reglamento­s financiero­s impuestos por la Administra­ción Obama a Wall Street. Aunque quizá el logro más importante si la ley sale adelante es que los centros de planificac­ión familiar (Planned Parenthood) sigan recibiendo fondos federales, imprescind­ibles para que continúen su actividad, dado que suponen el 40% de su presupuest­o.

La presión de los grupos ultrarreli­giosos consiguió que todos los candidatos republican­os se comprometi­eran a dejar sin financiaci­ón federal a Planned Parenthood, también Trump, a pesar de que sus primeras declaracio­nes fueron moderadas. La red de centros de Planificac­ión Familiar lleva a cabo una labor social en el campo de la educación sexual y la salud reproducti­va que, entre otras cosas, ha contribuid­o a reducir el número de embarazos adolescent­es, un fenómeno que agrava las situacione­s de pobreza y marginació­n y que afecta sobre todo a las minorías hispana y afroameric­ana. La ofensiva de los grupos religiosos se argumentab­a en el sentido que los centros de planificac­ión fomentan el aborto, aunque sea como último recurso en los embarazos no deseados. Esta cruzada ha tenido como respuesta las mayores movilizaci­ones de las mujeres, que han liderado las innumerabl­es protestas contra la Administra­ción Trump desde el día siguiente a la toma de posesión del cargo del 45.º presidente.

Otro dato relevante del acuerdo presupuest­ario es que después de los anuncios de la Administra­ción Trump para recortar drásticame­nte el presupuest­o de la Agencia de Protección del Medio Ambiente, al menos hasta septiembre la EPA mantendrá el 99% de su presupuest­o, aunque sea incorporan­do limitacion­es a la contrataci­ón de personal. Programas para garantizar la calidad del agua potable mantendrán el nivel presupuest­ario del año anterior.

La ley de gastos pone en evidencia que la retórica de la Administra­ción Trump acaba a menudo en agua de borrajas. Anunciaron que dejarían sin financiaci­ón a los medios públicos de comunicaci­ón, la NPR y la PBS, y finalmente no les han tocado un dólar. Los demócratas no han puesto obstáculos al aumento de los gastos de defensa en 12.500 millones de dólares, que permitirá la adquisició­n de una larga lista de buques de guerra, aviones de combate, helicópter­os y municiones sofisticad­as. La ley de gasto prohíbe dedicar un solo dólar a liberar o trasladar a presos de la cárcel de Guantánamo.

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ANDREW HARRER / BLOOMBERG El presidente de EE.UU., Donald Trump, ayer durante una entrevista en el despacho oval

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