El Primero de Mayo da oxígeno a la moción de censura de Podemos
Los sindicatos se pronuncian en términos muy duros contra la corrupción
CC.OO. Y UGT Toxo y Álvarez exigen a los partidos de izquierda unidad frente el PP
CONMEMORACIÓN DEL 15-M Podemos convocará un manifestación en Madrid antes de las primarias del PSOE
Unidos Podemos puso la mirada fuera del Congreso de los Diputados en el mismo momento en que anunció su moción de censura y ayer encontró allende el Parlamento viento sindical para sus velas. Fue un intercambio justo, pues Unidos Podemos, con su estrategia de tensión política, ofreció el combustible anímico y un cierto plácet generacional para que la manifestación del Primero de Mayo, entre Cibeles y la Puerta del Sol, registrara mejores cifras y ánimos que en años precedentes. Dicho de otro modo, Podemos cooptó la celebración del día del Trabajador con sus bases, y a los sindicatos de clase, cuyo prestigio anda muy magullado por los años del turbocrecimiento y de la posterior crisis, no les quedó más remedio que aceptar.
Fue Ignacio Fernández Toxo, secretario general de Comisiones Obreras –cuyo sindicato tiene que reponerse del shock que supone el acercamiento de su predecesor, José María Fidalgo, al PP–, el más explícito heraldo de la “emergencia democrática” a la que pocos minutos antes apelaban Pablo Iglesias y Alberto Garzón desde el punto de arranque de la manifestación, en Cibeles. Tras vituperar las dos últimas reformas laborales –la del PSOE, en el 2010, y la del PP, en el 2012– y clamar por su derogación Fernández Toxo advertía: “Nada de esto será posible si no se desalojan las políticas y a los políticos que mantienen esta situación en nuestro país de sus lugares de gobierno. Yo no sé si tiene razón o no quien ha decidido plantear una moción de censura –los asistentes agitaron entonces su banderas y profirieron gritos afirmativos antes de que Toxo prosiguiera–, pero lo cierto es que en este país hay que censurar las políticas, no sólo la corrupción, que conducen al paro, la pobreza y la desigualdad a la mayoría de la población”. La frase fue contestada en Sol por el santo y seña de Podemos: “¡Sí se puede!”.
Menos explícito, nobleza obliga, aunque coherente con el paisaje dibujado por Toxo, Pepe Álvarez, secretario general de UGT, tuvo el remilgo de no mencionar la moción de censura que la semana pasada sacaba de sus casillas al grupo parlamentario socialista, pero no pasó por alto la reforma laboral del 2010 (ni la de febrero del 2012, obvio) y lanzó un mensaje inequívoco aludiendo a la situación minoritaria del PP en el Congreso: “Este es un Primero de Mayo de exigencia de depuración de responsabilidades a los corruptos de este país. La corrupción es insoportable, no se puede permitir ni un día más esta porno-