El PP teme que la corrupción paralice su iniciativa política y la del Gobierno
Los populares ven difícil lograr los apoyos necesarios para impulsar proyectos
Las actividades del partido están pendientes de tribunales, la moción de censura y la comisión de investigación
Mariano Rajoy tenía dos preocupaciones en lo que se refiere a la estabilidad del Gobierno: los presupuestos generales de Estado y las primarias del PSOE. De las dos dependía que el Gobierno pudiera meter el turbo en una legislatura que, después de seis meses de marcha, se ha comprobado más difícil de lo que parecía, dados los escasos apoyos que tiene en el Congreso. Pero los problemas se le han multiplicado al Gobierno por los casos de corrupción, que han caído como una verdadera bomba sobre los populares y que están afectando a su actividad.
El presidente Rajoy ha podido comprobar como en las ruedas de prensa durante sus dos últimos viajes al extranjero, primero en Uruguay y después en Bruselas, el sábado, todas las preguntas hacían referencia a los casos de corrupción.
Y lo mismo que no ha podido trasladar los mensajes que el jefe del Gobierno pretendía que calaran, principalmente de carácter económico, el PP admite que su iniciativa ha sido paralizada por todo lo que rodea a esos casos de corrupción y que cualquier asunto que quisiera ahora poner en marcha dificilmente contaría con el apoyo de otros grupos políticos. El problemas, subrayan en el Gobierno, es que el Ejecutivo ya ha recibido el requerimiento de la Unión Europea para que apruebe el decreto ley sobre la estiba que ya le rechazó el Congreso, y que ahora parece más difícil que algún grupo político se avenga a apoyarle.
Los efectos positivos de tener aprobados los presupuestos, o por lo menos su admisión para tramitarlos, lo que sucederá el jueves, saben en el PP que quedarán inmediatamente ocultados por lo que afecta a la corrupción. Rajoy está pendiente de que se fije el día para que él preste declaración como testigo ante el juez que juzga uno de los sumarios de la Gürtel, lo que volverá a poner la corrupción del PP en primera página.
Pero no se acabarán ahí los problemas o los fantasmas que persiguen al PP. Los populares saben que no podrán oponerse a que se ponga en marcha antes de lo que ellos tenían previsto la comisión de investigación sobre la financiación presuntamente ilegal del PP. Y uno de los primeros que tendrán que desfilar por lo que ha sido definido por los populares como “el circo”, será el propio Rajoy, que de nuevo saltará a los titulares de los periódicos por problemas de corrupción.
Y no se acabará el calvario del PP y del Gobierno con esa comparecencia en el Congreso, porque aún tendrá que sustanciarse la moción de censura anunciada por Unidos Podemos, en la que saben que le volverán a acribillar con los casos de corrupción que afectan al PP. Una de las cosas que más desasosiegan al PP es que no sabe hasta dónde pueden llegar los tejemanejes del expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González y, por lo tanto, las conversaciones que puedan estar grabadas, los negocios que haya podido hacer o el dinero que pueda tener oculto. Es decir, el partido no controla la información que pueda surgir, luego difícilmente puede preparar una estrategia de defensa para que afecte lo menos posible al PP y a sus dirigentes.
Sin embargo, esta cuestión es la que menos preocupa al PP, porque se cree con capacidad de darle la vuelta e intentar utilizar la moción de censura para defender la gestión del PP en el Gobierno y su política económica , que ha permitido la recuperación. Todo ello con la intención de que quede en los ciudadanos la sensación de que no hay alternativa al PP, porque además los populares están convencidos de que la corrupción ya se la han descontado sus votantes, porque los casos que están saliendo a la luz son antiguos. Hay otra cosa que preocupa más al PP: las primarias del PSOE. Hasta entonces –el 21 de mayo– el PP sabe que no tiene nada que hacer, y después, ya se verá.