Rivera intenta aprovechar el efecto Macron y la corrupción del PP
Ciudadanos ve la victoria del candidato francés como un aval a su apuesta liberal
La posible victoria de Emmanuel Macron en las elecciones presidenciales francesas y el nuevo tsunami de casos de corrupción que golpea al Partido Popular; son dos escenarios aparentemente distantes y distintos pero que en el cuartel general de Ciudadanos son vistos como una oportunidad para consolidar su apuesta por el centro liberal y comer terreno a los populares.
La fulgurante irrupción de Macron en la pugna electoral, hace apenas un año cuando abandonó la cartera de Economía en el Gobierno Hollande para preparar su campaña, ya fue celebrada públicamente por Albert Rivera, deseoso de encontrar referentes internacionales (Justin Trudeau, Matteo Renzi…) tanto por su coincidencia generacional como coincidencia con su programa liberal.
Posteriormente, la relación de Ciudadanos con ¡En Marcha!, el partido de nuevo cuño de Macron, sobre todo entre sus respectivos equipos económicos y de políticas europeas, se fue estrechando y los naranjas abrieron su sede de Madrid para celebrar junto a un grupo de franceses los buenos resultados de Macron en la primera ronda francesa.
Ahora Rivera se muestra confiado en que una victoria definitiva sobre la candidatura de Le Pen el 7 de mayo en las urnas sirva de aval internacional para su proyecto. Aunque las diferencias entre la política española y la gala hacen difícil la extrapolación, los estrategas de Cs si ven unos “valores compartidos” –reformismo, centrismo, políticas de regeneración, juventud– que comparten con !En Marcha! y con otros partidos liberales que están en alza también en Alemania y el Reino Unido.
“Apostamos por acelerar la construcción de Europa frente a los populismos de izquierdas y de derechas”, señala el vicesecretario general de Cs, José Manuel Villegas. Además confía en que si gana Macron “quedará aún más patente que los viejos partidos conservadores y socialdemócratas no tienen respuestas para los retos del siglo XXI”.
Pero esta vinculación de Rivera con Macron, alertan algunos dirigentes de Cs, también comporta sus riesgos. “Le Pen está intentando presentar a Macron como el candidato de la élite, de la casta, y si consigue que se le quede grabada a fuego esa etiqueta, a nosotros nos puede perjudicar”, afirma.
Ciudadanos –que forma parte de Alde, la alianza liberal europea– tiene puesto un ojo puesto en Francia y otro en los nuevos casos de corrupción en el PP que, por ahora y a falta de ver cómo evolucionan los procesos judiciales, el partido de Rivera entiende que no debe afectar al pacto de que sellaron con Mariano Rajoy y que le valdrán su apoyo a los presupuestos. Esta semana ha rechazado sumarse a la moción de censura presentada por Podemos al considerar que es una maniobra de propa- ganda para desgastar al PSOE, pero fuentes de la dirección de Cs admiten que según cómo evolucionen los procesos judiciales que cercan al PP no se puede descartar una ruptura del acuerdo que podría desembocar en un forzoso adelanto electoral.
Con ese posible cambio de escenario, los liberales han empezado a endurecer su posición respecto al Ejecutivo de Rajoy para penetrar en el electorado de centro derecha joven y urbano que puede ser más sensible al discurso de la regeneración. No es poco lo que está en juego: los últimos estudios demoscópicos señalan que las dos formaciones se disputan unos 500.000 votos que se pueden decantar por uno u otro. Así, en los últimos días los portavoces centristas han endurecido su discurso al hablar de “corrupción sistémica” en el PP y no de casos aislados.
Siguiendo esta nueva estrategia, decidieron romper su ya casi cerrado pacto de gobierno con los populares en Murcia y sólo aceptaron abstenerse en segunda ronda, permitiendo la investidura de López Miras, si el PP aceptaba eliminar los aforamientos en la comunidad. Y en el Congreso, Cs presentará una proposición de ley para reformar la ley de la Fiscalía y blindarla ante presiones externas.
Cs ha endurecido su discurso con el PP, pero por ahora salva al Gobierno y sus presupuestos