Las lecciones de la fritanga
Crece el número de entidades de la Feria de Abril de Catalunya que explotan sus casetas mediante subcontratas
El olor a fritanga es este año especialmente intenso en la Feria de Abril de Catalunya. Esta observación no pretende vilipendiar este festejo. El origen del olor a fritanga tiene un carácter trascendental. Su análisis sirve para entrever el futuro de esta celebración. El inusitado protagonismo de los hedores que desprende principalmente el aceite calentado una y otra vez responde a que cada vez son más las entidades que subcontratan a mesones, restaurantes y empresas de catering diversas para que exploten las barras de sus casetas. De este modo, subcontratando, los ingresos de las entidades son a la postre menores, pero quedan a salvo de la lluvia y otros imprevistos que puedan afectar a la caja registradora. Además, te libras de todos los problemas logísticos. Únicamente los Romeros, el Pastorcillo Divino, el Santo Ángel y otros históricos pesos pesados disponen hoy día de gente para sacar adelante la feria a la vieja usanza, a base sobre todo de buena voluntad.
Y si bien tradicionalmente las entidades de toda la vida ubican las cocinas en la parte de atrás de sus casetas, los mesones entienden que la mejor manera de atraer la atención del amigo de la feria consiste en instalar los fogones, las planchas y las freidoras de cara al exterior, junto a la puerta, entre chorizos, morcillas y otros embutidos colgando en ristras dispuestas para la salivación. En plan showroom folklórico. El resultado es que una espesa fritanga envuelve a la gente que estos días pasea por el Real instalado en la gran explanada del Fòrum, una fritanga tan poderosa que ahoga las pestes que de tanto en tanto toman las postrimerías de este lado de la ciudad. Ello, entre la multitudinaria asistencia registrada durante este largo fin de semana, causa tanta indiferencia como pesar. Si tanto te molesta, no te pongas delante de los perolos, coinciden unos y otros. Gente de entidades que suma décadas sacando este tinglado adelante detalla tras las casetas, entre las bambalinas de la fiesta, en voz baja hasta que las cervezas del mediodía desatan sus lenguas, que el problema en la Feria de Abril de Catalunya es que todo continúa haciéndose como siempre se hizo, que aquellas estampas de mujeres llenas de nostalgia troceando chocos por amor al arte ya no proceden, que a pesar del paso del tiempo todo continúa montándose y orquestándose del mismo modo que en aquella muy larga época del ahora imputadísimo expresidente de la Federación de Entidades Culturales Andaluzas en Catalunya (Fecac), Francisco García Prieto. Quizás ya se relajaron algunas formas antaño muy exageradas. Ya no se registran los coches de las entidades en los accesos a fin de comprobar que no traen comida del exterior, a fin de asegurarse de que la compraran toda en el almacén central dispuesto por la organización. Aquí el anonimato se lleva mucho porque todas las confesiones tienen tintes de conspiración.
Al actual presidente de la Fecac, a Daniel Salinero, no le gusta que recuerden que fue el propio García Prieto quien le presentó en sociedad como su futuro sucesor. Salinero prefiere subrayar que su junta denunció al expresidente. “En Catalunya hay tres presidentes que no hay quien los mueva: Pujol, García Prieto y Núñez”, dijo en una ocasión, cuando les iba mucho mejor, el expresidente de la Generalitat al de la Fecac. Uno de los cotilleos de esta feria es que al hijo de García Prieto no le dejaron instalar este año el puesto de rebujitos que ponía todos los años. Lo cierto es que el veto se hizo esperar unos cuantos años. Ahora ese puesto de rebujitos lo lleva una persona mucho más afín a la actual cúpula de la Fecac. Está en el mismo rincón del Real. En lugar de El Rincón del Rebujito se llama Mi Rebujito.
“Y aquella gente de siempre que lo hacía todo con tanta buena voluntad se hace mayor, incluso se muere –prosiguen detallando las lenguas tras las casetas–. Además, hasta no hace mucho las instituciones mimaban a la Fecac como a un bebé. Pero la Diputación pasó de otorgarle unas subvenciones de seis cifras a a desahuciarla de los despachos que tenía en la calle Mallorca. Ya no tenemos ninguna credibilidad política. Esto, en los tiempos de García Prieto, jamás habría pasado. De hecho, si García Prieto se presentara a las elecciones de la Fecac, que ya tocan este otoño, podría ganarlas sin problema. Luego veríamos lo que pasaba, pero... Hace falta que alguien dé un paso adelante y lidere el cambio. Hay que modernizar y profesionalizar todo esto. Pero eso no deja de ser un papelón. De todas formas hay gente que se lo está pensando... porque a esta feria continúa viniendo mucha gente...”. Y prueba de ello es que la Assamblea Nacional Catalana y Sociedad Civil Catalana están este año presentes en el Real de la Feria de Abril de Catalunya. ERC montó la Bodega Republicana, donde no se ven sus siglas. Y el PDECat también regresa tras unos años de ausencia... Pero ni unos ni otros están consiguiendo que la gente ateste sus casetas.