“Nuestra historia aún es, por desgracia, actual”
vivieron la pasada semana su puesta de largo. Blanca Suárez, Ana Fernández, Maggie Civantos, Nadia de Santiago y Ana Polvorosa asistieron el jueves en los Cines Callao de Madrid al preestreno de la primera serie original de Netflix producida en España. Una historia de amistad entre mujeres que quieren tomar las riendas de su vida y unir sus fuerzas para reivindicar sus derechos en el ámbito laboral y sexual. Para ello se enfrentarán a los prejuicios machistas imperantes en los años veinte del siglo pasado.
¿Han mejorado las condiciones de las mujeres desde 1928, año en que se ambienta la serie? Todas las actrices coinciden en que aún hoy existen muchas actitudes machistas, aunque prefieren no hablar demasiado sobre la polémica surgida durante su presencia en El hormiguero la semana pasada, cuando las redes sociales acusaron a Pablo Motos de tener precisamente esa actitud. Ellas prefieren centrarse en reclamar que las mujeres aún tienen muchos temas por reivindicar, como sus derechos en el trabajo, el acceso a puestos de responsabilidad o la equiparación de sueldos con los hombres.
Blanca Suárez es la que se muestra sin embargo un poco más optimista: “Prefiero ver el vaso medio lleno y valorar lo mucho que hemos avanzado en un siglo, aunque también es cierto que queda un camino. Hay muchos temas muy peliagudos que siguen saliendo en las noticias y que hay que erradicar”. La actriz, que da vida a Lidia, “una superviviente que se ha reinventado por necesidad”, dice que ha aprendido de su personaje que “para entender profundamente a las personas hay que haber vivido lo que ellas han vivido”.
Ángeles, la telefonista más veterana que interpreta Maggie Civantos, sí vive en sus propias carnes una situación que aún hoy claramente no está erradicada: la violencia de género. “La historia de mi personaje es desgraciadamente demasiado actual”, explica la actriz, quien añade: “Al meterme en la piel de una mujer atemorizada he aprendido mucho sobre esta situación”. ¿Con qué se queda de su personaje? “Con la valentía que acabará demostrando para crecer y superar sus miedos”. “Ojalá esta serie despierte conciencias, tanto de hombres como de mujeres”, es el deseo de Nadia de Santiago, que interpreta a Marga, una chica de pueblo que llega a Madrid y que se verá desbordada porque todo es nuevo para ella.
La liberación femenina que se muestra en Las chicas del cable no es sólo laboral, sino también sexual. Ana Fernández y Ana Polvorosa dan vida a Sara y Carlota, entre las que surge algo más que amistad. “Sara es la jefa de las telefonistas, una mujer valiente y con mucha disciplina en el trabajo. Yo me identifico con ella”, ríe Polvorosa. A medida que avanza la temporada se verán sus inseguridades. Y entonces aparece Carlota, a la que Ana Fernández define como “una rebelde y provocadora, que da el punto de alegría a ese grupo de chicas inmersas en grandes dramas”. Los dos personajes vivirán una relación lésbica que ambas actrices califican de rompedora y que “está hecha con todo nuestro cariño”. Su historia incluirá más adelante una trama de poliamor con el personaje que interpreta Borja Luna, “un trío tratado del lado más bonito posible”, dice Polvorosa, que añade que en conjunto “es una trama muy revolucionaria sobre la que tengo dudas si sería tratada en otro tipo de serie”.