Ofensiva salarial en el 1.º de Mayo
Los sindicatos amenazan a la patronal con un conflicto en la calle si los sueldos siguen bajos UGT hace autocrítica y reconoce que han estado demasiado pasivos en la crisis Los trabajadores quieren recuperar la unidad de acción en un frente obrero
Los sindicatos centraron ayer la celebración del Primero de Mayo en la recuperación de los salarios. Fue una reclamación constante en todo el Estado, pero estuvo especialmente presente en la manifestación de Barcelona, donde los representantes de los trabajadores que ayer salieron a la calle amenazaron con encender un conflicto en la calle si no se incrementan los salarios de los trabajadores.
Aunque CC.OO. y UGT aseguraron que la asistencia a la manifestación (50.000 personas) fue la misma que la del año pasado, la Guardia Urbana rebajó notablemente la participación: 5.000 personas este año frente a los 9.000 del 2016. “O hay un acuerdo de negociación colectiva o tensaremos la calle. O hay salarios o hay movilizaciones”, dijo Javier Pacheco en su primera marcha como secretario general de CC.OO. Catalunya. “O suben los salarios o el conflicto está servido”, advirtió Camil Ros, secretario general de UGT, durante el discurso que pronunció ayer con Pacheco al final de la marcha en Barcelona en la plaza de la Catedral.
Ros calculó que a los trabajadores les faltan 8.000 millones de euros que deben repartir las empresas en forma de salarios. A su juicio mientras las empresas han aumentado sus beneficios, el salario de los trabajadores se ha congelado. Puso como ejemplo las empresas multiservicios que permiten pagar menos de lo que marca el convenio colectivo del sector en el que desarrolla la actividad. Gestha destacó la semana pasada que en el 2015 un 47% de los contribuyentes ingresa menos de 1.000 euros. Una parte de ellos son trabajadores.
Las cinco manifestaciones de Catalunya que se celebraron ayer bajo el lema “Ocupación estable, salarios justos, más derechos sociales” se desarrollaron sin incidentes y en un ambiente festivo y reivindicativo. Como cada año tuvieron un papel destacado los trabajadores de las empresas que están actualmente inmersas en un conflicto como Codorniu que acaba de anunciar el despido de 100 personas a través de un expediente de regulación de empleo (ERE), Iberpotash o Ferrovial.
Camil Ros aprovechó su discurso para hacer autocrítica sobre la actitud del sindicato en los últimos años: “Nos hemos movilizado poco, nos hemos quedado demasiado en las sedes y poco en la calle”.
Para cambiar esa situación los sindicatos catalanes quieren recuperar la unidad de acción de todas las organizaciones de trabajadores. Ayer antes de la manifestación, Pacheco y Ros tuvieron un breve encuentro con la secretaria general de Usoc, María Recuero. Usoc –tercer sindicato de Catalunya– llevó a cabo su propia manifestación en Barcelona, en la que participaron unas 500 personas, según la Guardia Urbana. En la marcha de la CGT se concentraron unos 300 manifestantes.
Los sindicatos quieren impulsar una cumbre en la que se den cita todos los sindicatos para poder recuperar la unidad. Camil Ros (UGT) y Javier Pacheco (CC.OO.) apostaban ayer al inicio de la marcha en Barcelona por mantener unas relaciones más fluidas que sus predecesores en cada uno de los sindicatos y poder poner en marcha un “frente obrero”.
Además de los salarios, los líderes sindicales repasaron los asuntos pendientes, especialmente la reforma laboral contra la que cargan desde hace varios Primero de Mayo sin éxito. Ros y Pacheco se refirieron también al drama de los refugiados al que creen que Europa no ha sido capaz de dar una respuesta. También aprovecharon la jornada para pedir que cese la violencia machista.
Una parte de los discursos fue ocupada también por el debate político y el referéndum de independencia. Pacheco fue el más vehemente y reclamó el “derecho a decidir” en la cuestión nacional pero también pidió que los trabajadores “puedan decidir sobre todo y hacer todo”. Camil Ros defendió también el derecho a decidir. Lo afirmaron delante de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, que participó en la manifestación junto con la consellera de Treball, Dolors Bassa, que había sido dirigente de UGT. Participaron otros políticos de partidos como ERC, CSQP o el PSC.
Además de en Barcelona, los sindicatos se manifestaron en Tarragona, Girona, Lleida y Tortosa. Como es tradicional en Barcelona, la marcha finalizó con La Internacional y con Els segadors ,si bien un problema de sonido obligó a los manifestantes a interpretar esta última a cappella.