La experiencia en verso
El festival, que empieza el día 10, recurre a los poetas testimoniales
Buena parte de los autores invitados al festival Barcelona-Poesia de este año hablan en sus obras de hechos de su vida cotidiana para extraer una lección que pueden compartir los lectores como arma de resistencia.
El festival Barcelona-Poesia de este año –del 10 al 16 de mayo– apuesta por los poetas testimoniales, al estilo de J.A. Goytisolo. Buena parte de los autores invitados hablan en sus obras de hechos de su vida cotidiana para extraer, en los versos finales, una lección de vida que pueden compartir los lectores y otros, como arma de resistencia. La canadiense Rupi Kaur, nacida en una familia sij del Punyab, tiene 125.000 seguidores en twitter y 1,2 millones en Instagram. Sus textos, acompañados de dibujos sencillos, aleccionan a las mujeres de las culturas donde viven sometidas a que se valoren por sí mismas y no en función de los hombres, a la autoestima, a ser fuertes, “mitad seda, mitad espada”.
Erri de Luca, uno de los poetas más leídos por la izquierda italiana, que fue procesado por llamar al sabotaje de la línea del tren de alta velocidad que unía Lyon y Turín, combinará (día 11) los versos íntimos con otros combativos, dando voz a los inmigrantes: “Somos los innumerables, el doble en cada centro de expulsión,/adoquinamos de esqueletos vuestro mar para caminar sobre ellos./ No podéis contarnos, si nos contáis aumentamos,/hijos del horizonte”. El mismo día, actuación conjunta de Joan Miquel Oliver y Sebastià Alzamora.
El argentino Fabián Casas escribe versos como el siguiente: un día en que todo le sale bien, tiene la casa limpia, ha escrito dos o tres poemas buenos, sale a tirar la basura, cuando un golpe de viento cierra la puerta y le deja desamparado sin llaves. “Así también podría ser la muerte:/un pasillo oscuro,/una puerta cerrada con la llave adentro/la basura en la mano”. Lo recitará Viggo Mortensen.
Ana Bandiana es una vieja luchadora contra la dictadura de Ceausescu que ha derivado a una poesía más existencial y lírica, con profusión de ángeles en un mundo en el que los antiguos dioses han sido enviados al exilio. En un poema sobre su pareja escribe: “Cuando te vas,/ no sé quién de los dos se ha ido,/cuando extiendo la mano/ no sé si me estoy buscando a mí misma,/cuando te digo ‘te quiero’, /no sé si me lo estoy diciendo a mí misma”.
Nach, antes conocido como Nach Scracht, es uno de los raperos españoles que han intentado crecer con la palabra; es decir, salir de los tópicos de rebeldía –whisky, droga, malditismo, pulsión de muerte, amores desgraciados, vagabundeo, incomprensión, sexo, alguna pistola...– que se repiten en las letras del rap juvenil. Tras diversas crisis personales el autor de Amor libre ha publicado el libro de poemas Hambrientos, para ser leído, no rapeado.
Hay que prestar atención a la lectura de Brossa que hará el uruguayo Sergio Blanco en el TNC, y a la poeta Olvido García Valdés, una de las grandes voces poéticas de hoy, en la Biblioteca Guinardó-Mercè Rodoreda.
El festival cuenta con el norteamericano Billy Collins, un poeta de lo cotidiano –lavar el auto, ir a la cafetería, intentar escribir un poema, el molesto perro del vecino que ladra...– para buscar después una metáfora universal, o un final irónico y antitrascendente. “Vierto una capa de sal sobre la mesa/y trazo un círculo en ella con el dedo./Este es el ciclo de la vida/le digo a nadie./Esta es la rueda de la fortuna,/el Círculo Ártico./ Este es el anillo de Kerry/y la rosa blanca de Tralee/les digo a los fantasmas de mi familia,/los padres difuntos,/la tía que se ahogó,/mis hermanas y hermanos no nacidos,/mis hijos nonatos”.
Paolo Agrati es un slammer italiano que perdería en cualquier riña de gallos rapera o combat de glossadors. La portuguesa Ana Luisa Amaral (“Sólo sé de mí/ aquello que los demás soñaron”, dice uno de sus versos), la explícita Gioconda Belli y la imprevisible Maria Sevilla, que busca en sus versos el efecto de una descarga de Joy Division, completan el programa. El programa ha sido diseñado por Teresa Colom y Àngels Gregori.
Maria Sevilla, voz catalana en el Palau de la Música, con Billy Collins y Ana Luisa Amaral, entre otros