Fórmulas milagrosas
Los acusados: “No dijimos que el fármaco curaba el cáncer”
Los dos profesores de la Universitat de les Illes Balears acusados de vender un falso medicamento contra el cáncer defienden su inocencia ante el juez.
La estrategia de la defensa consiste en tratar el medicamento como un complemento alimentario legal
Los dos profesores de la Universitat de les Illes Balears (UIB) acusados de vender un presunto falso medicamento contra el cáncer defendieron ayer su inocencia ante el juez. Ambos negaron ante el magistrado que instruye la causa haber cometido un delito de estafa y mantuvieron los beneficios del fármaco que habían desarrollado.
Es más, los dos catedráticos aseguraron durante sus declaraciones que nunca se han enriquecido con la venta de este preparado, si bien introdujeron un nuevo elemento en toda la trama. En concreto, uno de ellos, Pablo Escribá, apuntó que nunca ha difundido la creencia de que el Minerval pudiera curar el cáncer. Un extremo que en cambio contradicen decenas de testimonios.
En este sentido, el abogado que defiende los intereses de Escribá anunció la presentación de diferentes pruebas que avalarían esta tesis. Se trataría de una serie de correos electrónicos que demostrarían que el producto en cuestión jamás fue comercializado como un medicamento, sino como un nutracéutico: es decir, un complemento alimentario patentado y legal. En esta misma línea, la defensa de Escribá ha presentado en el juzgado un recibo en el que probaría que había comprado para un paciente un kilo del complemento alimentario por 25.000 euros, su precio de coste, por lo que “no hubo contraprestación económica”. Un argumento para sostener que no hubo enriquecimiento. A pesar de ello, tanto a los dos profesores universitarios como al resto de los investigados en esta causa la policía les atribuye inicialmente un delito de estafa que los investigadores cuantifican en cerca de 600.000 euros. Todo supuestamente por la comercialización de un fármaco cuya venta aún no ha sido autorizada como medicamento y que se encuentra en fase experimental.
Mientras Pablo Escribá y Xavier Busquets declaraban ante el juez, la empresa Lipopharma se desvinculaba de la venta del medicamento por parte de los dos catedráticos de la Universitat de les Illes Balears.
Lipopharma emitió ayer un comunicado para manifestar que la compañía es ajena a la presunta actividad ilegal, no sólo de Minerval, sino también de cualquier producto que tiene ahora mismo bajo investigación. Además, anuncia que en unas semanas presentará el primer estudio clínico de Minerval durante la celebración en Chicago del congreso mundial de oncología.
La Policía, no obstante, ha recopilado decenas de testimonios que aseguran haber pagado directamente a Busquets, Escribá y la Fundación Marathón por envases de Minerval. Además, los investigadores rastrean las cuentas bancarias de Lipopharma y de sus directivos, de la Fundación Marathón, de Pablo Escribá y Xavier Busquets y de sus familiares, con la finalidad de encontrar un nexo entre ellos.
Hoy están fijadas las declaraciones de dos trabajadores de la Fundación Marathón que fueron detenidos en el marco de la operación policial. Mañana jueves está citada la jefa de oncología del hospital mallorquín de Son Espases. Es la médico que destapó todo el caso. Ella y otros facultativos del mismo centro hospitalario detectaron que varios de sus pacientes habían iniciado el mismo tratamiento con el Minerval, un compuesto que no había pasado los ensayos clínicos necesarios para verificar su efectividad.
De hecho, según la investigación, únicamente se trata de un suplemento vitamínico que los dos profesores universitarios intentaron vender como un compuesto revolucionario capaz de curar el cáncer. De momento, se ha confirmado una decena de casos de personas que al parecer fueron estafadas por parte de esta trama.