Pyongyang acelera su programa nuclear y culpa a la presión de EE.UU.
Corea del Norte sigue enzarzada en su escalada verbal de amenazas. El régimen de Pyongyang ha anunciado que acelerará al máximo el desarrollo de su programa nuclear y balístico, con el objetivo de aumentar su fuerza de disuasión nuclear.
Según la agencia norcoreana KCNA, a través de este anuncio llevado a cabo el pasado lunes por un portavoz del Ministerio de Exteriores norcoreano, el régimen de Pyongyang pretende responder a las últimas acciones llevadas a cabo por EE.UU., que consisten en aumentar la presión sobre Corea del Norte para que abandone su arsenal nuclear.
El régimen de Kim Jong Un quiere mantener contra viento y marea su desarrollo de armas nucleares porque considera que sirven de disuasión ante lo que califica de hostilidad de Washington. Una estrategia encaminada a elevar la presión, cuyo último paso ha sido el anuncio de la puesta en marcha de su sistema de intercepción de misiles THAAD en Corea del Sur, un dispositivo que, a pesar de que se halla en su fase operacional inicial, altera el equilibrio estratégico que había en la península coreana.
Los expertos creen, sin embargo, que la instalación de una batería de misiles defensivos es un paso importante pero insuficiente para proteger todo el territorio surcoreano y que para ello hacen falta dos o tres baterías más, lo que llevará varios meses.
El rápido despliegue de este dispositivo, que se ha realizado en medio de una elevada tensión en la zona y una agria disputa entre Washington y Seúl, debido a que Trump quiere que Corea del Sur pague 1.000 millones de dólares por la instalación, ya ha provocado el rechazo de China.
Pekín exige su retirada. “China se opone al despliegue del sistema THAAD. Exigimos su retirada y adoptaremos firmemente las medidas necesarias para defender nuestros intereses”, dijo su portavoz de Exteriores, Geng Shuang, a la prensa en Pekín.
De forma mucho más positiva evaluó Geng, en cambio, el comentario de Trump de que estaría dispuesto a reunirse con Kim Jong Un si se dieran las “condiciones apropiadas”. Un gesto que valoró para reducir la tensión en la región.
Sin embargo, EE.UU. volvió a elevarla ayer mismo al enviar dos bombarderos estratégicos B-1B a sobrevolar la península coreana, desde su base en Guam, en una aparente muestra de fuerza ante el programa nuclear y de misiles de Corea del Norte.