Cae el Gobierno de Chequia por dudas sobre la fortuna de un ministro
El primer ministro Sobotka dimite para arrastrar a su millonario rival centrista
El Gobierno de la República Checa cayó ayer inesperadamente, torpedeado por su propio primer ministro, Bohuslav Sobotka, que busca así socavar al multimillonario ministro de Finanzas, Andrej Babis, sobre cuyo patrimonio penden sospechas de fraude, cuando faltan apenas seis meses para las elecciones generales de octubre. En puridad, lo que anunció Sobotka fue su dimisión, lo cual repercute en todo el Ejecutivo tripartito. “Presentaré próximamente mi dimisión al presidente Milos Zeman, probablemente esta semana; es inadmisible que Andrej Babis continúe en el cargo de ministro de Finanzas”, declaró el socialdemócrata Sobotka, informa Afp desde Praga.
Desde el 2014 gobierna Chequia una coalición de los socialdemócratas del CSSD, el movimiento centrista ANO –liderado por Babis, el político más popular del país–, y los democristianos de la KDU-CSL. “Es inaceptable que un ministro de Finanzas sea incapaz de demostrar inequívocamente de dónde proceden sus activos, y si está pagando los impuestos correspondientes a sus muchos ingresos”, prosiguió Sobotka. Nacido en Eslovaquia, Babis, de 62 años, es propietario del consorcio agroindustrial Agrofert, y de varios medios de comunicación.
Sobotka, de 45 años, sostiene que hay sospechas de que Babis evadió impuestos en el pasado, y de que el origen de su patrimonio no está claro, y que por eso le pidió que disipara esas dudas, dándole como plazo hasta el pasado abril. Hay en efecto dudas sobre el modo en que Babis adquirió títulos de deuda vinculados a Agrofert –el coste fue de 1.500 millones de coronas checas, casi 55 millones de euros–, sobre el origen de ese dinero y sobre una posible evasión fiscal en la transacción. Babis negó esas acusaciones, pero sin aportar pruebas concluyentes. Sobotka dijo ayer que no había destituido a Babis de su puesto para evitar “convertirle en un mártir”.
Todos los ministros del Gobierno de este país de 10,7 millones de habitantes seguirán en sus puestos a la espera de si se nombra un Ejecutivo técnico para llegar a los comicios previstos para los días 20 y 21 de octubre, o si se convocan elecciones anticipadas. Babis propugna que la actual coalición siga ocupándose de los asuntos ordinarios hasta las elecciones. “Nuestro Gobierno podía haber sido el más sólido en la historia de nuestro país, pero el primer ministro ha destruido su reputación, y la labor de todos sus ministros”, dijo Babis a iDnes.cz, un portal de noticias de su propiedad. La inestabilidad política en Chequia ha sido usual en el último decenio, con hasta seis gobiernos fallidos.
Politólogos consultados por las agencias Efe y Bloomberg coinciden en considerar que la dimisión del primer ministro se produce en clara clave electoral. La formación ANO –a veces descrita como “el partido de un solo hombre”, Andrej Babis, a su vez descrito como “el Berlusconi checo”– va en cabeza en los sondeos. Según el instituto demoscópico STEM, tiene el 28,3% de intención de voto, por delante del CSSD de Sobotka (16,6%) y de los comunistas del KSCM (12,2%).
Según la revista Forbes, Babis posee una fortuna de 3.000 millones de dólares (2.750 millones de euros), y desde que entró en política intenta atajar acusaciones de conflicto de intereses. Así, asegura que ha transferido el control de su emporio a un trust. Contra todo pronóstico, su movimiento ANO quedó segundo en las elecciones del 2013 con un mensaje anticorrupción.
El titular de Finanzas, Andrej Babis, apodado ‘el Berlusconi checo’, es el favorito para las elecciones de octubre