Turquía prohíbe ligar en la televisión
Erdogan prohíbe los programas de citas a ciegas por “dañar la institución familiar”
No buscarás en la Wikipedia y no buscarás pareja en la tele son los dos nuevos mandamientos dictados por el presidente Recep Tayyip Erdogan al pueblo turco. Tras vetar el acceso a la popular enciclopedia online, Turquía ha cargado este mismo fin de semana contra los programas televisivos de citas a ciegas. A partir de ahora, advierte el decreto, dicho formato de entretenimiento queda prohibido “por dañar la institución familiar”. También desaparecerán los anuncios de contactos matrimoniales en la pequeña pantalla. En su lugar, los guardianes de la moral prometen contenidos “de verdadera promoción de la familia”. De este modo, el ligue poco ejemplarizante dejará de existir por decreto en Turquía, aunque se trate de un ligue televisado en diferido, con guionistas, maquilladoras y aplausos del plató.
Quien no aplaude es la oposición, que ha denunciado que al amparo del estado de excepción se promulguen decretos que nada tienen que ver con la seguridad. “¿Es que el golpe de Estado lo dieron los shows de alcahuetas?”, se pregunta un diputado, ya mosqueado desde que Erdogan soslayó la Cámara para legislar por decreto sobre la depilación láser, en busca del voto de la esteticista.
El verdadero objetivo, según la oposición, es amedrentar a los canales de televisión, que a partir de ahora se exponen además a una larga batería de reglas. Así, se podrá suspender durante cinco días la emisión de un canal que emita veinte veces en un año películas con palabras malsonantes. Si el desliz se repite veinte veces al año siguiente, la suspensión será de diez días. Una palabrota más y adiós.
También será motivo de sanción la emisión de telenovelas con besos, así como de anuncios de condones –con o sin beso– pudiéndose llegar incluso a la suspensión de la licencia. No hace falta decir que las webs pornográficas fueron bloqueadas hace ya tiempo.
En paralelo a la limpieza de costumbres, prosigue a buen ritmo la purga de servidores públicos acusados de pertenecer a la trama golpista del predicador Fethullah Gülen. Esta semana 4.000 funcionarios, jueces y policías empleados durante las primeras legislaturas del AKP de Erdogan han sido puestos de patitas en la calle.
Asimismo, el acceso a la Wikipedia, en todas las lenguas, ha sido bloqueado desde el sábado. Ostensiblemente no porque el presidente Erdogan aparezca regularmente como “dictador”, sino porque la empresa no habría respondido a las advertencias de que varios artículos “atentaban contra la seguridad nacional”. Principalmente aquellos en los que sus anónimos colaboradores vinculan a Turquía con el Estado Islámico en Siria. Ankara también había solicitado a la fundación estadounidense que abriera una oficina en Turquía para responsabilizarse de sus contenidos y pagar impuestos. Ahora, el Ayuntamiento de Estambul se ha visto obligado a retractarse de la invitación a unas jornadas que había cursado al fundador de Wikipedia, Jimmy Wales, para este mismo mes.
Un mes antes, en lo que algunos entienden como una represalia, Turquía bloqueó el portal de reservas booking.com “por abuso de posición”, poco después de que Estados Unidos y el Reino Unido vetaran el embarque de pasajeros con ordenadores desde Estambul, entre otros aeropuertos.
El estado de excepción tiene una larga historia de abuso en Turquía. Tras el golpe de Estado de 1980, se prolongó durante años y, en el caso de zonas kurdas, sólo se levantó tras el acceso al poder del AKP en el 2002.
Turquía no quiere en su sala de estar ni shows con besos, ni ligues y mucho menos condones