Los enemigos del pueblo
Pyongyang acusa de “actos hostiles” al docente visitante
Corea del Norte detiene a otro estadounidense, el segundo en dos semanas, como “sospechoso de cometer actos hostiles contra el Estado”, y ya son cuatro los ciudadanos de Estados Unidos encarcelados por el régimen de Kim Jong Un.
Corea del Norte sigue jugando al gato y al ratón con Estados Unidos. El pasado fin de semana detuvo a otro ciudadano estadounidense, el segundo en dos semanas, como “sospechoso de cometer actos hostiles contra el Estado”. Una iniciativa que eleva a cuatro el número de ciudadanos de EE.UU. arrestados por el régimen que lidera Kim Jong Un en un contexto de alta tensión entre Pyongyang y Washington, a causa de las ambiciones nucleares norcoreanas.
Kim Hak Song, un profesor estadounidense de origen coreano, fue detenido el pasado sábado cuando se disponía a abandonar el país, según la agencia oficial de noticias norcoreana KCNA, que precisó que las autoridades de Pyongyang “han iniciado una investigación para determinar sus delitos específicos”.
Su arresto fue confirmado ayer por la Universidad de Ciencia y Tecnología de Pyongyang (USTP), la única privada del país (creada con fondos de iglesias evangelistas extranjeras), para la cual trabajaba Kim Hak Song. Un centro que emplea a profesores de Estados Unidos para que impartan sus clases a unos alumnos que en general pertenecen a la élite del país.
En su comunicado esta universidad precisó que durante su estancia el profesor Kim se dedicó a dirigir unos trabajos sobre desarrollo agrícola y que “su detención no tiene relación alguna con la USTP”.
La realidad es que la situación que atraviesa el profesor Kim Hak Song es la misma por la que pasó dos semanas antes su colega Kim Ang Duk, también llamado Tony Kim, que fue detenido el 22 de abril cuando se disponía a partir hacia EE.UU., tras haber impartido unas clase de contabilidad en la misma universidad.
Con ellos, se elevan a cuatro el número de ciudadanos estadounidenses encarcelados en Corea del Norte. Los otros dos son el estudiante Otto Warmbier, que trató de robar un cartel de propaganda del hotel en el que se alojaba, y el pastor de origen coreano Kim Dong Chul.
Sus detenciones, en unos tiempos de alta tensión entre Corea del Norte y EE.UU., los convierten en moneda de cambio para obtener contrapartidas por parte de Pyongyang. Una estrategia que en anteriores ocasiones ya ha utilizado el régimen que lidera Kim Jong Un.
El régimen de Kim Jong Un suma ya cuatro encarcelados de EE.UU. que podrían ser utilizados para negociar