Merkel emplaza a Macron a cooperar “por el bien de Europa”
La canciller felicita al presidente electo francés sin hacerle promesas económicas
La canciller de Alemania, Angela Merkel, saludó ayer la victoria de Emmanuel Macron por el respiro que supone para el futuro de la UE, y porque representa “las esperanzas de millones de franceses, y también de muchas personas en Alemania y en Europa”. Pero, fiel a su estilo cauto, la gobernante democristiana se cuidó de hacer al presidente electo promesas de carácter
económico, y se centró en subrayar la especificidad de su relación bilateral. Así, Merkel abogó por la coordinación entre Alemania y Francia “por el bien de nuestros dos países, pero también por el bien de Europa, y es exactamente ese espíritu el que espero, y que creo que estará presente, en nuestro trabajo en común”. La canciller había felicitado a Macron por teléfono la misma noche del domingo.
Ayer en Berlín, Merkel le colmó de alabanzas. “Emmanuel Macron
ha realizado una valerosa campaña electoral proeuropea, ha defendido la apertura al mundo, y está decididamente a favor de la economía social de mercado”, recitó la canciller, en una jornada en la que ella misma celebraba el triunfo de su partido, la democristiana CDU, en las elecciones regionales de Schleswig-Holstein, celebradas el domingo. De hecho, Angela Merkel habló así sobre el presidente electo francés en una rueda de prensa en la sede de la CDU en Berlín junto al vencedor
democristiano de ese land norteño, Daniel Günther.
Merkel, que aspira a un cuarto mandato como canciller en las elecciones generales del próximo septiembre, aguarda ahora a conocer mejor los planes de Macron, quien, siguiendo la tradición del eje franco-alemán, viajará a Berlín en su primera salida oficial al extranjero, según confirmó ayer tarde la eurodiputada francesa Sylvie Goulard. (Con todo, no está claro si irá antes a visitar a tropas francesas destacadas en algún lugar del mundo.) “Nuestros países han desarrollado desde hace decenios una sólida amistad que se ha convertido en piedra angular de la política exterior alemana”, dijo Merkel, cuando ayer precisamente Francia conmemoraba la capitulación de la Alemania nazi, el 8 de mayo de 1945.
La canciller aplaudió que Macron prevea seguir con las reformas, pero no quiso prometer nada sobre el superávit comercial de Alemania –la primera economía de Europa, muy centrada en la exportación–, que el presidente electo francés había criticado en campaña, emplazando a que este país incremente sus importaciones para estimular el crecimiento en Europa. Pero Merkel sostuvo que ese superávit de exportaciones se debe en parte a “la calidad de los productos alemanes”, y en parte a la política del Banco Central Europeo (BCE). La única promesa explícita que envió a Macron fue la de cooperar para reducir el desempleo en Francia. “Le deseo a él, y con ello a todas las personas en Francia, todos los éxitos imaginables”, concluyó.
La líder democristiana se sentía ayer reforzada por los resultados de su partido el domingo en Schleswig-Holstein, el segundo triunfo este año en elecciones regionales. Según el escrutinio definitivo, la CDU obtuvo el 32% de los votos, los socialdemócratas del SPD el 27,2%, Alianza 90/los Verdes el 12,9%, los centristas del FDP el 11,5% y la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) el 5,9%.
El llamado efecto Schulz, es decir, el repunte socialdemócrata en los sondeos tras la proclamación de Martin Schulz como candidato a la Cancillería, no se materializó, como tampoco había ocurrido en marzo, cuando la CDU venció también al SPD en los comicios del land de Sarre. “Estoy contento de que Angela Merkel esté a nuestro lado; por supuesto que ha habido un efecto Merkel en Schleswig-Holstein”, dijo el ganador Günther, que deberá ahora forjar una coalición de Gobierno, probablemente con el FDP y los Verdes. Antes de las generales del 24 de septiembre, habrá una última cita electoral el próximo domingo en Renania del Norte-Westfalia, el land más poblado.
El líder de la CDU ganador de las elecciones de Schleswig-Holstein alaba el “efecto Merkel”