Sánchez plantea una “nueva alianza progresista” más allá del partido
Pedro Sánchez oficializó ayer su propósito de construir una “nueva alianza progresista” que vaya más allá de los muros del PSOE, si logra doblar el pulso a Susana Díaz y ganar las primarias del 21 de mayo.
Arropado por los exministros Josep Borrell y Cristina Narbona, protagonizó la primera jornada sectorial de su candidatura –sobre cambio climático y transición ecológica de la economía–, precisamente en un auditorio de la UGT en Madrid, el “sindicato hermano”, según lo definió, y al que agradeció su “hospitalidad”. Y es que los sindicatos, agentes sociales, organizaciones no gubernamentales y “otras formaciones políticas”, resaltó, integrarían esas “nuevas alianzas” que propone. “El PSOE no es un club cerrado, sino un espacio abierto”, resaltó. Y estas primarias no deben ser a su juicio el final de nada, sino “el kilómetro cero de un gran cambio político”. Por ello, tendió la mano a todos los progresistas y a los “socialistas de corazón, con o sin carnet”.
“No se trata de que gane un nombre, sino una idea”, insistió Sánchez. Y aseguró que su objetivo es “poner el reloj del PSOE a la hora de España”. Esto es, “renovar el proyecto del PSOE y actualizarlo” a los nuevos tiempos, dando entrada a “savia nueva”.
Josep Borrell, como ya hizo previamente el también exministro Jordi Sevilla, aprovechó después la presentación de su nuevo libro para desmentir que Sánchez urdiera una
operación frankenstein para intentar forzar su investidura como presidente del Gobierno hace un año con el respaldo de los independen- tistas catalanes. “Es la demostración del uso de la falsedad como argumento político”, lamentó Borrell.
Los adversarios de Sánchez, no obstante, han emprendido una fuerte campaña para tratar de “desmontar” el relato en el que basa sus aspiraciones de recuperar el trono del PSOE. Sánchez, pues, no habría sido obligado a dimitir “por cumplir con la palabra dada”, según repite él en sus mítines. “Dimitió por perder una votación para un congreso planificado a su medida, convendría no falsear los hechos”, replicó Eduardo Madina.
El recuento definitivo de los avales, tras la revisión de las firmas invalidadas, aumentó muy ligeramente la ventaja de Susana Díaz (60.231) sobre Pedro Sánchez (53.692), mientras Patxi López se quedó como estaba (10.866). Los fieles a Díaz, pese a lo reñido que se presume que serán las primarias, siguen dando por segura su victoria. Pero todos cruzan los dedos.