Pasión por la cocina dulce
La Xocolateria de Oriol Balaguer es una joya en el Born
El Born es cada día más seductor. Pasear por él es un gozo. Tiene lugares confidentes, mágicos, como pan bendito. La Xocolateria es uno de ellos. Un espacio bonito, confortable y ordenado. Está en la calle Fusina ante el antiguo mercado del Born, un barrio lleno de contrastes en el que conviven la historia de la ciudad con lo más nuevo del arte, la gastronomía y el diseño.
Oriol Balaguer es un artesano de primera, un pastelero a quien, además, apasiona la cocina. Todo lo que se encuentra en sus tiendas, además de una sutil cocina salada, es lo que descubrirán en La Xocolateria, el único de los locales de Oriol donde se puede comer cómodamente sentado en una mesa.
La cocina de esta casa es sencilla, precisa y armoniosa, una cocina al alcance de todo el mundo pensada para quien quiere comer de manera selecta e informal. Es una suma de cosas honestísimas que confluyen en aquello tan difícil de definir que se llama ternura, una propuesta de cocina dulce y salada que sin duda los cautivará.
Como espacio, una joya, un rincón agradable y auténtico. El día que fuimos, en un rincón, una pareja, encantados, hacían fotos de todo y de cada plato. Las redes sociales se han convertido en un auténtico refugio para los amantes de la cocina porque la cocina a menudo entra por los ojos. Pero, a La Xocolateria, hay que ir porque comer es emotivo y las emociones no siempre se pueden digitalizar.
Es como un pequeño mundo de ilusiones que salen como de pequeños cajones hechos de nostalgia, sorpresas de una sapidez tangible y cálida que, con cuidado, el equipo de Oriol prepara al momento. Una opción para desayunar, comer y cenar llena de encanto y amenidad.
La fascinación de Oriol por todo lo que hace es irrebatible. Nosotros siempre hemos sido devotos suyos. Hace tiempo que queríamos hablar de esta casa. Conocemos a Oriol de hace años. La suya sigue siendo la mirada curiosa y viva de siempre. Como todos los grandes cracks, este chico irradia sensatez y dignidad y eso hace que la excelencia sea parte natural de su trabajo.