Rajoy reafirma en Pekín la apuesta por el corredor mediterráneo
El presidente del Gobierno interviene en la cumbre sobre la nueva ruta de la seda
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, subrayó ayer la apuesta de España por el corredor mediterráneo como uno de lo ejes de comunicaciones más importantes en el desarrollo económico y comercial de Europa. Una afirmación que sintoniza con las revindicaciones de empresarios catalanes, valencianos, murcianos y almerienses, que reclaman la conexión ferroviaria con Francia y el resto del continente europeo con el fin de potenciar el desarrollo económico de la región.
Rajoy señaló la importancia que tiene para España la conexión a Europa por el eje mediterráneo en su intervención en el foro económico sobre la nueva ruta de la seda que se ha celebrado en Pekín. Una reunión organizada por las autoridades chinas para lanzar un ambicioso proyecto de construcción de grandes obras de infraestructuras, que conecten China con Europa y Oriente Medio, en la que han participado veintinueve jefes de Estado o de Gobierno y un centenar de delegaciones nacionales y de organismos internacionales.
Durante su participación en un debate sobre “Convergencia de políticas para una cooperación más estrecha”, Rajoy puso como ejemplo los esfuerzos de España por coordinarse con la Unión Europea. En este sentido, señaló a modo de ejemplo que España está apostando por el corredor del Mediterráneo, que auguró que se convertirá en uno de los ejes de comunicaciones terrestres, de telecomunicaciones y de transporte de energía más importantes a nivel económico y comercial de Europa, según Efe.
En una posterior rueda de prensa, en la que explicó el resultado de la reunión, Rajoy destacó la importancia del proyecto de China de potenciar el desarrollo económico y el comercio internacional entre Asia, Europa y África a través de la construcción de grandes rutas terrestres y marítimas, como las que existían hace 2.000 años que conectaban Oriente con Occidente. Un proyecto que afirmó que beneficiará a las empresas españolas, que tienen una probada experiencia internacional y porque “España es una potencia de primer orden en infraestructuras”, dijo Rajoy.
La potenciación y defensa de las empresas españolas ha sido, precisamente, uno de los principales argumentos que ha esgrimido el presidente del Gobierno en su visita a Pekín para participar el foro de la nueva ruta de la seda. Una reunión en la que ha reivindicado la posición de España como enclave estratégico. “España puede ser un enlace entre Asia y Europa, con África y América Latina”, reiteró el presidente, de cara a los futuros flujos comerciales y de inversión que debería desarrollar el proyecto impulsado por Pekín.
La iniciativa que propugna el presidente chino, Xi Jinping, no ha hecho, sin embargo, más que empezar. Incluye una serie de proyectos bilaterales entre Pekín y otros países que engloba a un total de 65 naciones, que aglutinan al 60% de la población y representan un tercio de la economía mundial y cuya meta las autoridades chinas fijan en torno al 2025. Uno de estos planes comprende el desarrollo de la línea de tren de mercancías entre la ciudad china de Yiwu y Madrid, que ya ha empezado a funcionar.
Se trata de una estrategia a través de la cual China pretendería, según muchos observadores internacionales, asegurarse la llegada de materias primas para su industria, así como ampliar su influencia a nivel global. Un objetivo para el que parece que no estan dispuestos regatear esfuerzos, ya que Pekín ya ha anunciado su predisposición a financiar la mayor parte de los proyectos, para lo cual ya ha anunciado una aportación masiva de recursos del orden de unos 111.000 millones de euros.
El mandatario pide que las empresas españolas tengan las mismas facilidades que las chinas en España
Antes del inicio de la cumbre sobre la nueva ruta de la seda, Rajoy se entrevistó con los presidentes de Rusia, Turquía y Argentina, Vladímir Putin, Recep Tayyip Erdogan y Mauricio Macri, respectivamente. Rajoy ha aprovechado este viaje para entrevistarse con el presidente chino, Xi Jinping, y su primer ministro, Li Keqiang, y plantearles que las empresas españolas que operan en China dispongan de las mismas facilidades para trabajar que las que tienen las compañías del gigante asiático con presencia en España.