¿Fiel pero desdichado?
En la sede de la calle de Ferraz, en la misma sala Ramón Rubial donde el pasado 1 de octubre se sustanció la derrota del anterior secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se celebró ayer el único debate concertado por los tres candidatos que concurren el próximo domingo a las primarias para elegir al nuevo líder del Partido Socialista. Elección a la que seguirá el congreso federal los días 17 y 18 de junio. Cónclave del que saldrá la comisión ejecutiva, el comité federal y las resoluciones y rectificaciones que marquen la nueva oferta a los electores.
Ejemplar la organización del debate por cuenta de la comisión gestora que preside Javier Fernández. Acertada la designación como moderadora de la periodista Carmen del Riego porque mantuvo una exquisita neutralidad, controló los tiempos, evitó interferir y permitió que fluyeran con naturalidad y sin abusos de posición dominante las intervenciones de Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López, citados aquí por orden decreciente del número de avales con los que se presentaron al concurso.
Desde el comienzo quedó claro que Susana Díaz y Pedro Sánchez se concedían mutuamente las credenciales de protagonistas y que sólo mencionarían al tercero en discordia para robarle la cartera de sus propuestas o las papeletas de sus avalistas y seguidores. Pedro Sánchez comparecía ofendido, buscaba el desquite y subía a la red para atacar. Por su parte, Susana Díaz alternaba los pases de buena voluntad con los de castigo intencionado a su adversario principal. En contraste, Patxi López irradiaba propósitos de concordia y llamamientos a la unidad, además de reflejar conocimiento de causa. Sus expectativas de victoria eran inferiores pero su intervención fue con diferencia la mejor.
Recordemos que Fiel pero desdichado, reza en castellano el lema heráldico del ducado de Marlborough, uno de cuyos titulares, John Churchill, venció la batalla de Malplaquet al mando de las fuerzas inglesas que apoyaban al archiduque austriaco Carlos, pretendiente al trono de España frente al candidato francés que acabó inaugurando la dinastía Borbón como Felipe V. Pero tampoco está escrito que la fidelidad de Patxi esté encadenada a la desdicha. Atentos.