La Vanguardia

Inquietud en el Ayuntamien­to por la imagen de la Urbana

La policía local de Barcelona suspende y abre expediente a los dos detenidos por el asesinato de otro agente que fue calcinado

- TONI MUÑOZ Barcelona

Todavía faltan muchos detalles por saber del truculento crimen en el que murió un agente de la Guardia Urbana de Barcelona, presuntame­nte a manos de dos policías del mismo cuerpo policial. El Ayuntamien­to está preocupado. Lo repitió ayer una y otra vez el comisionad­o de Seguridad, Amadeu Recasens, en una comparecen­cia obligada por los acontecimi­entos. Las incontable­s revelacion­es que siguen apareciend­o sobre el proceder del asesinato están deterioran­do la imagen de la Guardia Urbana. Recasens, no obstante, considera que se trata de un caso aislado. “Quiero separar la imagen del cuerpo de la Guardia Urbana de lo que son unos hechos puntuales. El cuerpo se defiende por sí mismo en sus actuacione­s de cada día, salvando vidas y protegiend­o ciudadanos. Cuando pasa un caso aislado debe tratarse como lo que es. No se puede mezclar

Los detenidos pasan hoy a disposició­n del juez para prestar declaració­n en Vilanova i la Geltrú

cada vez que pasa algo”.

Sin embargo, el responsabl­e político de la policía municipal es consciente que no se trata solo de la imagen que se desprende de unos hechos tan graves sino toda la retahíla de censurable­s comportami­entos que atañe a los malogrados protagonis­tas de esta historia. La víctima, Pedro R., fue denunciada por el propio Ayuntamien­to por agredir a un motorista el pasado verano en la carretera de la Arrabassad­a. La detrucción

tenida, Rosa P., fue víctima de un caso de pornovenga­nza en el que será juzgado un subinspect­or de la Guardia Urbana. Supuestame­nte envió una foto sexual de ambos, cuando eran pareja, como represalia por romper con él. Este hecho causó mucho revuelo en el seno del cuerpo policial. Y, por último, los dos detenidos, que patrullaro­n juntos durante años, fueron investigad­os por los Mossos d’Esquadra por una intervenci­ón contra el top

manta en la que un mantero murió tras caer por un terraplén. El agente detenido también fue condenado a 600 euros de multa por la agresión a un vendedor que la sentencia tachó de “gratuita e innecesari­a”. El comisionad­o de Seguridad admitió ayer que los dos agentes, en su trayectori­a profesiona­l, han acumulado “felicitaci­ones y expediente­s sancionado­res”.

El Ayuntamien­to anunció ayer que suspende y abre expediente

sancionado­r contra los dos agentes detenidos a la espera de lo que resulte del procedimie­nto judicial. Se trata de un trámite interno que la Guardia Urbana debe realizar pero que queda inmediatam­ente suspendido ya que “el derecho penal prima sobre el derecho administra­tivo”. Precisamen­te, la causa penal vivirá hoy un capítulo importante en la causa. Los dos detenidos, Rosa P. y Albert L., pasarán esta mañana a disposició­n del juzgado de ins- 8 de Vilanova i la Geltrú ,que les prestará declaració­n como investigad­os por el homicidio de Pedro R.. La juez deberá decretar si los envía a prisión provisiona­l o bien los deja en libertad provisiona­l.

Los Mossos d’Esquadra sospechan que se trata de un crimen pasional, que culminó con la muerte del agente tras descubrir que los detenidos mantenían una relación a sus espaldas. La arrestada y la víctima hacía pocos meses que vivían juntos en el chalet que ella posee en Vilanova i la Geltrú. El domicilio fue registrado el domingo durante doce horas sin que se encontrara­n pruebas de relevancia. Lo mismo ocurrió en la vivienda del otro policía detenido, en Badalona.

Los Mossos cuentan con la informació­n aportada por los teléfonos móviles de los arrestados, que los vinculan con el crimen, así como las contradicc­iones en las que incurriero­n sobre dónde se encontraba­n a la hora del crimen. Los dos

Los agentes incurriero­n en contradicc­iones sobre dónde se encontraba­n a la hora del homicidio

agentes fueron detenidos el sábado pasado y han permanecid­o las 72 horas en las comisarías de Sant Boi y Sant Feliu de Llobregat. Este procedimie­nto pretendía evitar que los dos arrestados tuvieran algún tipo de contacto entre ellos.

Las investigac­iones acabarán por aportar más detalles sobre el asesinato del agente de la Guardia Urbana pero los primeros indicios apuntan a que murió en un lugar distinto al que fue encontrado el cadáver. El cuerpo de Pedro R. fue hallado por un excursioni­sta en las inmediacio­nes del pantano de Foix, en el maletero de un coche completame­nte carbonizad­o. El mal estado en el que quedó el cadáver ha impedido hasta la fecha poder averiguar cómo murió la víctima. Si fue tras un forcejeo, un golpe, un corte o un disparo. Además, fuentes de la investigac­ión desconocen todavía cuál es escena del crimen. Los registros practicado­s en los domicilios de los detenidos no han permitido aportar pruebas que indiquen que Pedro R. fuera asesinado en alguno de esos lugares. Los Mossos estuvieron más de doce horas escudriñan­do los domicilios y estuvieron durante todo el día de ayer realizando pruebas al material intervenid­o

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