La mujer es multiusos
De la mujer se aprovecha todo. El cerebro, los brazos y piernas, el sexo, el vientre. Es una utilización ancestral, y vigente. En la actualidad existe una organización denominada Stop Surrogacy Now que ha fijado su atención en un apartado en particular, de forma que quiere poner freno a la creciente subrogación de vientres para gestar hijos para otras personas. El caso de una mujer norteamericana de 32 años, madre de tres hijos propios, que ha parido tres veces para complacer a tres parejas que le han pagado dinero, se encuentra en su foco. El hecho de que, por 35.000 dólares, en el último parto estuviera a punto de perder la vida y además le hayan quedado secuelas ha animado a esta plataforma, fundada en Estados Unidos, a exigir la total prohibición de alquilar vientres de mujer, una explotación que se está extendiendo a lo largo del ancho mundo.
Viene a suceder que la especie mujer resulta óptima. Piensa, estudia, puede ser camarera, secretaria, locutora, enfermera, médica, abogada. Es apta para llevar una casa, cuidar de los hijos y del resto de la familia. Tiene un sexo que da placer y un vientre que da criaturas. Mucho más completa que cualquier hombre y, no obstante, ha estado sistemáticamente sometida. Sin duda se debe a que en una esfera es inferior a los hombres, en la fuerza bruta. Un factor que viene propiciando su explotación en muy diversas áreas.
Aunque en algunas culturas se haya suavizado, el utilitarismo centrado en el ser humano femenino subsiste de ayer a hoy. Tanto su inteligencia como sus habilidades manuales están puestas siempre al servicio de lo que más convenga; sus atributos sexuales son muy apreciados en la prostitución; su cuerpo sufre como pasto de violaciones en la guerra; es objeto ahora mismo de ventas esclavistas por parte del Estado Islámico como punto álgido, pero no único; y los avances científicos hacen que también su vientre pueda ser explotado como herramienta de trabajo en forma de subrogación.
Al respecto, en cuanto al alquiler de vientres, nos preguntamos: ¿no aprenderemos nunca? ¿Cuándo se acabarán las humillaciones? Lo que probablemente ocurre es que hay que ganarse la vida con los instrumentos de que cada cual dispone y como le sea permitido. Quien paga manda, y aprovecha todo lo que está a su alcance. Con especial relevancia en la mujer como ser multiusos.