El Gobierno urge la revisión de los libros de texto en Catalunya por si ‘adoctrinan’
Desconcierto en Ensenyament por la “falta de respeto a editoriales y docentes”
La educación se sitúa por enésima vez en el campo de la batalla política. El Gobierno español, a instancias de una denuncia de un sindicato de profesores, ha urgido a la Alta inspección del Estado a que revise los libros de texto que se utilizan en las escuelas catalanas por si faltan al rigor en materia de historia y geografía, utilizando una redacción manipulada con el supuesto objeto de “adoctrinar” a los niños en una ideología soberanista.
El 2 de mayo el sindicato minoritario Acció per a la Millora de l’Ensenyament Secundari (AMES), formado por un grupo de profesores catalanes, publicó un estudio en el que denuncia “planteamientos ideológicos partidistas y tendenciosos” en las escuelas de Catalunya, a través de los libros de sociales de 5.º y 6.º de primaria de siete editoriales que supuestamente incumplen con el currículum de la Lomce. “Hay un currículo que respetar, que no entra en concreciones pero sí es genérico, y si en algún libro de texto se vulnera o no cumple ese currículo o de alguna manera se desenfoca, nosotros tenemos que actuar a través de la Alta inspección”, señaló Marcial Marín, secretario de Estado de Educación, que anunció que “el informe detallado” que ha encargado estará listo “en los próximos días”.
La Generalitat ha reaccionado mostrando su “desconcierto” ante esta actuación que el Ministerio de Educación no le ha comunicado previamente. El secretario de Políticas Educativas, Antoni Llobet, señaló que desde el año 2002 los textos de los materiales educativos no están sujetos a revisión previa, “pues se confía en la profesionalidad de las editoriales para elaborar los materiales y de los docentes para escogerlos”, afirma. En todo caso, indica que no habían visto ningún elemento concreto que les hubiera alarmado. “Es una lástima que las administraciones públicas no actúen para serenar los ánimos para que los centros escolares trabajen con tranquilidad”, apostilla.
Por su parte, las editoriales catalanas niegan rotundamente las acusaciones de falta de rigor y ánimo de adoctrinamiento y afirman que cumplen con la normativa vigente. Tampoco admiten recibir presiones en su labor. “A veces resulta difícil de conciliar el decreto del currículum básico del ministerio con el autonómico sobre una misma materia”, señaló Antonio Garrido, responsable de la comisión de libro de texto del Gremi d’Editors de Catalunya y vicepresidente de la Asociación Nacional de Libros y Material de Enseñanza (ANEL). “En historia
Las editoriales niegan presiones y afirman que cumplen con las exigencias de ambas administraciones
de España y de Catalunya, por ejemplo, cumpliendo con ambos currículos, nos planteamos en qué peso entra una u otra. Cada editorial elige, pero siempre entra todo”, añade, y tacha de falsedad que se obvien conceptos esenciales o que yerren. A su juicio, el estudio que ha motivado la petición del Gobierno es parcial, le falta contextualización y desprestigia a la mayoría de las editoriales, que no trabajan con objetivos ideológicos, sino buscando la calidad y el rigor. “En un curso puede que se estudie sólo el Estatut, pero en el anterior el alumno habrá aprendido la Constitución”.
La petición de revisión por parte del Gobierno llega un día después de que el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, expresara en el Congreso su disposición a cambiar el actual sistema control de contenidos de los libros de texto con el objetivo de llegar a “un modelo más eficaz”. El ministro respondía así a Ciudadanos, que quería saber qué acciones había emprendido después de que el presidente de la ANEL denunciara presiones desde los gobiernos autonómicos para modificar los contenidos académicos de los libros de texto. “Cuatro años de mayoría absoluta y 30 años pactando con los partidos nacionalistas y hasta que no se lo exigimos desde Ciudadanos no hacen nada”, escribió el presidente del partido, Albert Rivera, en Twitter.