Con la filosofía de Johan
‘Informe Robinson’ dedica un especial a los 25 años de la primera Copa de Europa del Barça en Wembley’92
Empieza en el pequeño pueblo alemán de Kaiserslautern y también finaliza allí. En medio, el mítico estadio británico de Wembley en una fecha que marcó el futuro del barcelonismo: 20 de mayo de 1992. Informe Robinson dedica una edición especial para conmemorar el 25.º aniversario de la primera Copa de Europa azulgrana con un reportaje de cincuenta minutos lleno de emoción, sentimiento y multitud de anécdotas, que ayer fue presentado en Barcelona con la presencia de Michael Robinson y dos de los futbolistas que jugaron aquella final, José Mari Bakero y Albert Ferrer. El documental, dirigido por José Larraza, se estrenó ayer en el canal #0 y se encuentra disponible bajo demanda en Movistar+.
“Me llama más gente por el 20 de mayo que por mi cumpleaños”, se resigna con una sonrisa Ronald Koeman, el autor del gol de la victoria. El documental, realizado durante cuatro meses y con más de una veintena de entrevistas, desgrana gran número de vivencias y curiosidades, muchas centradas en Johan Cruyff, de quien también aparecen declaraciones recuperadas de ediciones anteriores. Su filosofía de “salid y disfrutad”, que les dijo a los jugadores antes de saltar al césped de Wembley, impregna el reportaje.
La sorpresa de Julio Salinas cuando dos días antes de la final Cruyff le dice que será titular cuando llevaba semanas de suplente; el calvario que sufrió Ferrer para poder jugar la final después de estar lesionado durante seis meses; los nervios que pasó Pep Guardiola, que le impidieron participar de la celebración tras la victoria, o el reconocimiento de Gianluca Vialli, jugador rival de la Sampdoria, de que había sido bueno para el fútbol que ganara el equipo azulgrana (“aunque sería justo que en el museo del Barça estuvieran mis botas con las que fallé tres goles muy claros”, bromea) son algunas de las muchas anécdotas narradas de un día clave para el barcelonismo.
Bakero, acompañado de su hija, que aún no había nacido en 1992, protagoniza el inicio del reportaje visitando Kaiserslautern y el estadio donde marcó un decisivo gol en el último minuto que evitó que el equipo fuese apeado de la competición. Allí le recibe el jefe de prensa del equipo alemán, uno de los miles de espectadores que presenciaron ese partido en directo. Tenía quince años. “Aquí todo el mundo te conoce..., pero a nadie le caes bien”, le espeta entre risas el jugador vasco. Es la otra cara de la moneda.
El humor está presente en todo el reportaje, aunque es Julio Salinas quien concentra el mayor anecdotario en ese sentido. Como sus compañeros celebrando que no marcase el gol de la victoria en una jugada en la que se quitó de encima a cuatro defensas, “porque aún estaría hablando de ello”, dice Koeman. O cuando Laudrup le recuerda, precisamente a raíz de esa jugada, que era mejor jugador en el “uno contra cuatro que en el uno contra uno”. Son los recuerdos de un grupo humano que, como recordó Bakero, vivió en 1992 “la culminación del crecimiento profesional y personal de cada uno de nosotros”.