Ikea prueba con la tienda urbana y abre en el centro de Madrid
Mediamarkt y Decathlon se han instalado también en las grandes ciudades
Más cerca. La gigantesca Ikea se interesa por el centro de la gran ciudad, y prueba suerte con la tienda de pequeño formato. La próxima semana se inaugura en el corazón comercial de Madrid, en la cotizada calle Serrano, el nuevo establecimiento de 900 metros cuadrados que busca complementar la oferta comercial de la multinacional sueca, acercarse a un número mayor de clientes e incrementar la frecuencia de compra.
“Los clientes nos piden proximidad en muchos sentidos; los estilos de vida cambian, sufrimos el tráfico, no tenemos tiempo para desplazarnos a las afueras de la ciudad, sobre todo los más jóvenes no tienen coche y, si la tienda está en el centro, puedes ir más veces”, explica Lorenzo Meazza, responsable de interiorismo de Ikea Ibérica.
“Grandes empresas como Ikea han visto que pierden ventas si se quedan sólo en el extrarradio de la ciudad; el futuro de las tiendas pasa por entender al cliente”, asegura Pablo Foncillas, docente del Iese, al tiempo que destaca la necesidad de establecer “más puntos de contacto” con los compradores.
La multinacional sueca sigue el camino abierto por otras cadenas como Decathlon y MediaMarkt, que han basado su éxito en las grandes superficies fuera del casco urbano, pero que han comenzado a tomar posiciones en el centro de las ciudades mediante tiendas de formato más pequeño. MediaMarkt abrió hace apenas una semana su tercer establecimiento urbano en Madrid, en la popular zona de Callao, muy cerca de FNAC, El Corte Inglés y Primark. Además de las tres tiendas madrileñas, también cuentan con dos en el centro de Barcelona (plaza Catalunya y la Diagonal) y otra en Valencia. Los responsables de esta cadena de electrónica de consumo recalcan que con este modelo de negocio urbano se “acercan” al cliente y responden “a necesidades de compra más inmediatas”.
El nuevo establecimiento de Ikea estará dedicado a productos relacionados con el dormitorio durante seis meses y, después, se centrará “en otro espacio del hogar”. Desde Ikea insisten en que se trata de un formato “experimental”, en que pondrán a prueba nuevos servicios como la personalización
Este establecimiento “experimental” busca acercarse a más clientes y aumentar la frecuencia de compra
de productos o el asesoramiento con un interiorista –con cita previa–. En la tienda, explican, se podrán encargar todos los productos del catálogo, mientras que el cliente podrán llevarse a casa al momento cualquiera de los 300 complementos seleccionados.
Aunque con objetivos más modestos, esta no es la primera incursión urbana de Ikea en España. En octubre pasado, con motivo de su 20.º aniversario, abrió durante una semana sendas tiendas efímeras en Madrid (el Rastro) y Barcelona (el Born), donde además de vender artículos exclusivos, impartían por ejemplo talleres. En el 2016 la multinacional también dio finalmente el paso de abrirse al comercio electrónico.