Macron pide más ayuda a Alemania en la lucha antiyihadista en el Sahel
El presidente francés dice en Mali que sus tropas no se irán mientras haya terror
Francia mantendrá la operación militar en Mali hasta que se haya erradicado el terrorismo islamista de la región, aseguró ayer el flamante presidente francés, Emmanuel Macron, que también reclamó que Alemania y otros países europeos “pueden hacer más” en la lucha contra el yihadismo en la región del Sahel.
En su primer viaje fuera de Europa desde que tomó posesión la semana pasada, Macron quiso, en su condición de comandante en jefe del Ejército, visitar a las tropas francesas que desde el 2013 combaten el avance del terrorismo en Mali, antigua colonia francesa. Fue un viaje relámpago, de seis horas, en el que estuvo acompañado de los ministros de Exteriores y de Defensa.
“Francia ha estado comprometida a vuestro lado desde el inicio y he venido aquí para deciros que seguirá estándolo de la misma forma”, dijo Macron al presidente de Mali, Ibrahim Boubakar Keita, que se había desplazado para recibirle hasta Gao, en el norte del país (hecho que fue criticado por los medios locales), donde está la mayor base militar francesa, con 1.600 soldados. “El camino es largo... pero estamos avanzando y vamos a vencer”, declaró Keita.
En la rueda de prensa, Macron pidió a Alemania más ayuda en la lucha antiterrorista en el Sahel. Dijo que había discutido del tema con la canciller Angela Merkel cuando la visitó esta semana en Berlín, nada más tomar posesión, y que ella estaba de acuerdo.
“Alemania sabe lo que está en juego aquí (...) Francia está asegurando de facto la seguridad de Europa, en Mali y en otras áreas de conflicto. Pero otros países pueden hacer más, en términos de respaldo, de desarrollo y colaboración con equipamiento”, dijo. “Quiero reforzar estas colaboraciones europeas, particularmente con Alemania”.
El ejército alemán ya está presente en Mali. Hace unos meses, el Gobierno de Merkel aprobó una ampliación del despliegue militar, con el envío de más helicópteros de apoyo a la misión de paz de la ONU y aumentando los soldados de 650 a 1.000.
Asimismo, Macron alabó la “crucial” y “ejemplar” colaboración en inteligencia con EE.UU. para las operaciones militares en el Sahel. Sin ella, “no podríamos operar en la zona”, aseguró.
Al mismo tiempo, el presidente subrayó la importancia del desarrollo económico, diciendo que “los terroristas se nutren de la miseria”. “Cualquier logro sobre el terreno será efímero si no estamos comprometidos en invertir en infraestructura o educación”.
Mientras, en Francia arreciaba una polémica con los medios de comunicación, después de que una veintena de cabeceras, agencias, radios y televisiones denunciaran en una carta abierta que el Elíseo seleccionó los reporteros que debían cubrir el viaje a Mali.
“Señor presidente: no corresponde al Elíseo elegir los periodistas”, llevaba por título la carta. En lugar de enviar una invitación al medio como es habitual, fueron enviadas de forma nominal. El Elíseo trató ayer de aplacar las iras y, en una carta a Reporteros sin Fronteras, aseguró que “nunca quiso imponer a un periodista antes que otro”.
No ha sido un buen arranque para Emmanuel Macron, omnipresente en los medios durante la campaña pero que desde su elección ha limitado sus contactos con la prensa y ha ordenado a sus ministros “discreción”. No sentó bien tampoco que el jueves, tras el primer Consejo de Ministros de su presidencia, se pidió a los periodistas que se fueran del patio de honor del Elíseo sin poder, como era habitual, grabar o preguntar a los ministros a su salida.
El Elíseo indigna a los medios franceses al pretender elegir qué periodistas debían cubrir el viaje a Mali