La vida, de costado
MIHÁLY DÉS (1950-2017) Editor, actor, periodista, traductor, profesor y escritor
El intelectual húngaro Mihály Dés falleció el pasado jueves, víctima de un cáncer, en Barcelona, la ciudad de cuyo paisaje cultural formaba parte desde que se instaló en ella en los años ochenta. Traductor al húngaro de autores como Guillermo Cabrera Infante, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar, Alejo Carpentier, Camilo José Cela, Juan Benet o Borges, es conocido sobre todo por haber fundado la revista Lateral, prodigioso vivero de talentos literarios.
Nacido en Budapest en 1950, tras trabajar como crítico y editor, emprendió una exitosa carrera como actor en los años setenta –algunos ejemplos pueden verse en YouTube–, trayectoria que él decidió interrumpir. Viajó a Cuba acompañando a una compañía de ballet y allí descubrió la sonoridad de la lengua castellana, que pronto haría propia. Su siguiente escala fue Barcelona, donde viviría entre 1986 y el 2009. Fue redactor jefe de la revista
Quimera (1989-1992), trabajó como lector para la agencia Balcells, ejerció de director del suplemento de libros del diario El Observador (19901993) y fue profesor de literatura de Europa del Este en la Universitat de Barcelona entre 1995 y 2003.
En 1994 fundó su propia revista cultural, Lateral, que bautizó así en honor de un texto de Elias Canetti que dice “a medida que crece, el saber cambia de forma. No hay uniformidad en el verdadero saber. Todos los auténticos saltos se realizan lateralmente, como los saltos del caballo en el ajedrez. Lo que se desarrolla en línea recta y es perceptible resulta irrelevante. Lo decisivo es el saber torcido, y sobre todo, lateral”, frase que convirtió en el lema de la publicación. Los nombres del equipo de colaboradores de que se rodeó hablan de su olfato para detectar talentos cuando estos aún no habían obtenido reconocimiento y en algunos casos ni siquiera publicado, como fue el caso del francés Mathias Enard, futuro premio Goncourt, o de tantos otros llegados a la ciudad, de Juan Gabriel Vásquez a Gabriela Wiener, pasando por Robert-Juan Cantavella, Jaime Rodríguez Z, Leonardo Valencia... nombres que se unían a otros locales, como Use Lahoz, Juan Trejo o Guillem Martínez. También publicó textos de unos entonces desconocidos Imre Kertész o Elfriede Jelinek –futuros premios Nobel– o entrevistó a un autor chileno al que hacían poco caso, llamado Roberto Bolaño, que atravesaba problemas de subsistencia en Blanes. “Cualquier persona era bienvenida si él detectaba talento en ella”, recuerda Jorge Carrión, otro miembro de la tripulación. Para Juan Villoro, “no le importaban los nombres, hablaba con las personas y enseguida se daba cuenta de su valía”.
La revista cerró por problemas económicos en el 2006, cumpliendo así el compromiso fundacional que Dés había realizado a su equipo: “Os prometo un brillante fracaso”. Tres años después, volvió a Budapest, donde se convirtió en alumno de su madre, a la que pidió que le enseñara a cocinar sus recetas, que luego serían la base de un libro que mezcla la cocina con la historia de su familia y numerosos referentes. Debutó como novelista, publicando
Barroco de Budapest –de momento, no traducida al español– y actuó como monologuista en diversos locales de la capital.
Apuesto, seductor, enormemente generoso, “abordó todos sus oficios y planes sin plan previo, lateralmente”, como dice su amigo Cantavella, que fue su mano derecha en los últimos años de la revista.
Dés pasó sus últimos meses en Barcelona. Deja tres hijos y decenas de discípulos. El funeral se celebrará en Hungría, como era su deseo.
Su prodigioso olfato le llevó a ‘descubrir’ en ‘Lateral’ a Bolaño, Enard, Vásquez, Wiener, Carrión...