El artista Ángel Corral ocupa el Institut Français durante ‘136 días’
Paseando por la exposición Un
Thyssen nunca visto, que se presentó el pasado noviembre en CaixaForum, al artista Ángel Corral (Barcelona, 1961) le llamó poderosamente la atención el retrato que realizó Christoph Amberger de Matthäus Schwarz, un presumido y adinerado contable bávaro que en el siglo XVI documentó durante cuarenta años su manera de vestir, su ropa, sus complementos, a través de 137 dibujos comentados que luego reuniría en un volumen considerado hoy como el primer libro sobre moda. Fascinado por la historia de este pionero de la selfie, Corral decidió poner en práctica una performance de 136 días de duración: cada día saldría a la calle con una indumentaria diferente (con una estola en forma de zorro de peluche, americana y pantalones cortos, chándal...) y le pediría a la gente que le hiciera una foto.
Los retratos, que forman parte de una serie titulada Capas, los cuelga simultáneamente en Facebook y en la galería del Institut Français de Barcelona, donde desde el pasado 1 de marzo y hasta el 14 de julio desarrolla el proyecto 136 días en calidad de artista residente. La galería del centro es ahora mitad taller de artista, mitad centro de exposiciones donde castro ha instalado su laboratorio de ideas. Corral pasea por la ciudad vestido de verde con el jardín portátil que tiene aparcado a la entrada del centro y ya en el interior muestra también una serie de cajas de caudales blancas, todas idénticas, condenadas a permanecer cerradas. para siempre. El artista se las ofrece a amigos, personas que conoce o con las que se cruza casualmente, para que pongan en su interior las cosas que quieran y luego tiren la llave. Con una única condición: su nombre y una lista con el inventario de los objetos elegidos. “Para mí son como retratos, que no los construyo yo sino que me los dan a mí, cada uno diferente al otro aunque en apariencia todos sean iguales”, dice el artista.
Las propuestas de Ángel Corral (él prefiere escribir su nombre, al igual que el título de sus obras, en minúsculas y sin tilde) son de na- turaleza esencialmente performativa y se formalizan a través de una multiplicidad de lenguajes como el vídeo, la fotografía, la instalación o el teatro (esta misma semana ha estrenado Frente
al ruido, a cargo de la compañía Inestable). Y desde hace tres años ha incorporado el WhatsApp como herramienta artística. Tras El
cielo, tú y yo (2014), proyecto por el que a lo largo de todo un año enviaba diariamente a más de 300 contactos una imagen del cielo, ayer concluyó La música, tú
yyo , donde repite la experiencia sólo que aquí los envíos ya no han sido de fotografía sino de canciones con comentarios.
Durante su estancia en el Institut Français, además de otros artistas, ha invitado a tres poetas (Carles Duarte, Francisco Cazorla y Roger Costa-Pau) a una sesión, el 19 de junio, en la que recitan en francés, castellano y catalán, respectivamente.