El héroe que derrotó al crimen digital
EL INFORMÁTICO QUE FRENÓ AL VIRUS WANNACRY ES UN VEINTEAÑERO SIN ESTUDIOS QUE VIVE Y TRABAJA EN SECRETO EN CASA DE SUS PADRES
Le gusta el windsurf y la música de Taylor Swift, además del café recién hecho y el vodka
Para los amigos de su familia, Marcus Hutchins era un perfecto fracasado. Otro nini de 22 años sin empleo ni estudios que malgastaba su juventud encerrado día y noche en su diminuta y descuidada habitación, entre cajas vacías de pizza, derrochando el escaso dinero de sus padres en pantallas y videojuegos.
Pero Hutchins tiene una pasión, los hackers, y un blog en que demuestra cada día que la domina. Tanto que Kryptos Logic, una empresa californiana de seguridad digital, lo fichó hace unos meses por una bonita suma para que siguiera haciendo para ellos lo que más le gusta: pasar horas y horas ante el ordenador sin que nadie más en su pequeña ciudad del sur de Inglaterra supiera qué hacía.
Por eso, cuando Wannacry, el software malicioso que ha colapsado miles de ordenadores en todo el planeta extorsionando a sus propietarios, saltó a los titulares, Hutchins volvió a ponerse tras la pantalla para tratar de detenerlo. Y tuvo la habilidad –él insiste en que sólo fue suerte– de encontrar un modo: por 10,69 dólares pudo registrar el dominio específico que frenó la difusión de Wannacry.
Para entonces, el software malicioso ya había colapsado hospitales del Servicio Nacional de Salud británico y fábricas de la Renault mientras miles de empresas movilizaban en todo el mundo a sus técnicos contra reloj.
Al día siguiente, Hutchins habló con la prensa británica bajo elseudónimo de MalwareTech (técnico en virus malicioso), porque temía ser identificado y sufrir las represalias de los hackers.
Pero tan sólo dos días después del ataque, Marcus ya vio su foto en la portada del diario que sus padres reciben en casa.
Así que tras verse descubierto, tuiteó: “Mis amigos no saben aún quién soy realmente ni a qué me dedico, por eso hoy va a ser un día interesante”. Para entonces, periodistas de todo el planeta ya habían resuelto el rompecabezas de quién era realmente Marcus Hutchins reuniendo los datos desperdigados que había ido vertiendo con sus tuits durante años.
Y ese perfil incluye la pasión por el windsurf y la música de Taylor Swift –que escucha cuando programa– y cierta debilidad por el café recién hecho y el vodka.
Sus tuits también revelan que, tras haber sido identificado, Hutchins escribió: “Por si acaso, debo aclarar que si ahora no digo quién soy ya no es porque tema por mi seguridad: sólo quiero evitar que el timbre de casa no pare de sonar constantemente”.
Poco después describió sus “cinco minutos de fama” con un: “Es divertido que tenga que saltar una valla y entrar en casa por la puerta de atrás para evitar a los periodistas”.
Uno de sus colegas americanos que le ha acompañado hasta la convención anual de hackers en Las Vegas, el Def Con, lo describe como “un buen tipo y un buen socio que ha logrado que le paguen muy bien y sin que nadie se entere por hacer algo que le apasiona”.
En su última explicación para resumir su batalla contra Wannacry declaró: “Debo confesar que no sabía que podía detener el software malicioso hasta que registré el dominio así que, en principio, fue pura casualidad, por eso el titular de lo mío debía ser que casualmente detuve un ciberataque mundial”.
Hutchins repite que los usuarios de los ordenadores deben colocar el parche informático que lo previene en sus sistemas, pero finaliza avisando: “Esto no se acaba aquí: los hackers cambiarán el código y volverán a atacar”.