Las reflexiones del Círculo de Economía
EN vísperas de su tradicional reunión anual de Sitges, el Círculo de Economía ha hecho pública una nota de opinión en la que no duda de calificar a la corrupción como la mayor de las amenazas para la democracia y para la recuperación económica. Es relevante tener en cuenta esta alerta de uno de los foros de reflexión más importantes del país y el llamamiento que hace para que, más allá de la acción de la justicia, la política española afronte en profundidad esta gran asignatura pendiente. En este sentido, la institución reclama un debate, que califica de indispensable, acerca de las causas de la corrupción, sobre las actuaciones que deberían implementarse para evitarla y la puesta en marcha de las mismas.
El Círculo de Economía, en su primera reflexión surgida tras la renovación de su junta directiva, abierta a nuevas sensibilidades empresariales, rompe asimismo con la idea extendida de que el conflicto político abierto en Catalunya, pese a su trascendencia, sea el más grave de los problemas que amenazan a la sociedad y a la economía en estos momentos. Aunque insiste en la necesidad de avanzar políticamente hacia una salida negociada para el adecuado encaje de Catalunya en el Estado español, el Círculo de Economía advierte sobre la necesidad urgente de poner el foco del país sobre los riesgos que amenazan la estabilidad del mundo occidental, con objeto de poder reaccionar y actuar de la manera adecuada. Los árboles, en este sentido, no deberían impedirnos ver el bosque.
A juicio del Círculo de Economía, el gran reto que debe establecerse como prioritario es consolidar un crecimiento económico sostenible. Para ello propone cuatro grandes objetivos: apostar decididamente por la educación y la formación para combatir el desempleo; reforzar la actividad exportadora; comprometerse en el equilibrio de las finanzas públicas, así como en una mayor racionalización de la estructura impositiva y del gasto público; y apostar de manera estable por la investigación y la innovación. De esta manera se podrá garantizar una mayor fortaleza de la economía del país, en un escenario internacional de grandes incertidumbres. Pero la economía exige también, en paralelo, una mejora de nuestra democracia, con reformas que perfeccionen el sistema electoral, la función del Senado, la ley de partidos políticos y su financiación, con medidas para poner fin a la corrupción, la integración política de las nacionalidades, la financiación autonómica y el funcionamiento de la justicia.
El futuro del país, sin embargo, además de un crecimiento económico más inclusivo, requiere de la consolidación del proyecto europeo, en cuyo seno España debe recuperar su protagonismo. Ante el riesgo que supone el aumento de los populismos nacionalistas, el Círculo de Economía ve necesario relanzar el proceso de integración de la zona euro, impulsar un crecimiento económico más vigoroso y recuperar la agenda social, lo que exige reformular el estado del bienestar, que es la aportación más propia y relevante del proyecto europeo.
Tiene razón el Círculo de Economía cuando afirma que la forma en que se haga frente a las convulsiones políticas y la capacidad para conducir la revolución tecnológica determinará si las sociedades occidentales entran en una fase de conflictividad social y decadencia económica o, por el contrario, evolucionan hacia una sociedad más justa y abierta.