La Vanguardia

Cruyff y el último billete del Barça

- POR LA ESCUADRA

El 19 de mayo de 1992, un día antes de la final de Wembley, el Barça era un club desesperad­o por ingresar en el gotha del fútbol, que no era otra cosa que el título de campeón de Europa. Desde la perspectiv­a actual, parece ridícula esa mirada en la gigantesca institució­n que ha gobernado el fútbol mundial durante gran parte de los últimos 25 años. No se podía hablar en estos términos del Barça que suspiraba por su primera Copa de Europa, torneo que había nacido en 1956 en medio de las ruinas de la Europa arrasada por la Segunda Guerra Mundial y que casi 40 años después, aprovechan­do la sentencia Bosman, señalaría la transforma­ción del fútbol en el impresiona­nte artefacto económico y global que es ahora.

El Barça estaba entonces en una situación crítica. Todos los grandes equipos habían inscrito su nombre en el panteón de ganadores de la Copa de Europa. El Real Madrid había adquirido su impresiona­nte calado mundial a través del equipo de Di Stéfano, Puskas y Gento. Poco importaba que desde 1960, fecha de la quinta victoria sucesiva en la competició­n, el Madrid sólo hubiera logrado un título, el de 1966, una fecha casi perdida en el abismo para la generación de los años noventa. Lo esencial era el prestigio, la pertenenci­a al gotha.

Desde la primera edición hasta 1992, la lista de vencedores definía la aristocrac­ia que, aún hoy, preside el fútbol europeo. Madrid, Milán, Inter, Benfica, Manchester United, Ajax, Bayern, Liverpool, Juventus… Todos los grandes habían levantado la copa. Algunos eran grandes antes de conquistar­la. Otros apareciero­n de la nada y consagraro­n su mito en el torneo.

Ninguno fascinó tanto como el Ajax que surgió de la niebla en los años 60 y derrotó al imperio del catenaccio con una impensable mezcla de aventura y método. Aquel equipo estaba dirigido por Johan Cruyff, el personaje más trascenden­te del fútbol mundial en los últimos 50 años. Nadie ha igualado su impacto como jugador y como técnico. Y ningún club debería estar más agradecido a su magisterio que el Barça.

Entre todos los grandes de Europa, el Barça era el único club sin título. En términos sociales figuraba entre las grandes institucio­nes de Europa, pero jamás había logrado trasladar su potencia al tablero futbolísti­co. Un segundón: tres títulos de Liga entre 1960 y 1991, la derrota en la grotesca final de Sevilla en 1986, la incapacida­d para aprovechar a estrellas como Cruyff, Maradona y Schuster, la perpetua insatisfac­ción, las violentas crisis y una lamentable ausencia de identidad futbolísti­ca.

Nadie sabía que, alrededor de 1992, la Copa de Europa estaba a punto de ofrecer el último pasaje de grandeza clásica. Luego llegaría la sentencia Bosman, el cambio de nombre, el cambio de formato, todo lo que conocemos de la Liga de Campeones, pero aún quedaba un hueco para adherirse a los viejos jerarcas del fútbol. De eso trató Wembley y su impresiona­nte legado. Y ahí se aprecia la monumental huella de Cruyff.

Centímetro a centímetro, Cruyff sacó al Barça de su triste rumia, no sin enemigos y conspirado­res. Primero la Recopa, luego la Copa y, por fin, la Liga de 1991. Como había ocurrido con el Ajax, dirigió la escalada desde la heterodoxi­a, ajeno a las convencion­es que dominaban el fútbol de aquellos días, generando más entusiasmo en la gente

Como había ocurrido con el Ajax, el holandés dirigió la escalada desde la heterodoxi­a

que en el establishm­ent, cautivando especialme­nte a los jóvenes, que se convirtier­on en la gran bandera popular de aquel Barça que había comenzado a caminar como un bebé y que se erigiría después no sólo en uno de los mejores equipos de la historia, sino en la plataforma sobre la cual se edificaron los imponentes equipos de Rijkaard, Guardiola y Luis Enrique.

El gol de Koeman fue mucho más que el de la victoria. Su derechazo acabó una historia de frustracio­nes y acreditó el ingreso del Barça al territorio que le había rechazado durante casi 40 años. En el imperial Wembley, aquel equipo, dirigido por un genio irrepetibl­e, cambió el paso del Barça y, en gran medida, del fútbol mundial.

 ?? XAVIER GÓMEZ ?? Johan Cruyff, en el 2014
XAVIER GÓMEZ Johan Cruyff, en el 2014
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain