El difícil regreso a los cuarteles de invierno
El fracaso de Díaz cuestiona su futuro al frente de la Junta de Andalucía, incluso para Ciudadanos, el partido que la sustenta
Una vez superado el efecto Díaz, el riesgo de que los socialistas pierdan Andalucía parece evidente
La derrota de Susana Díaz en las primarias abre un profundo interrogante sobre el futuro político de la presidenta andaluza y del propio socialismo andaluz. La peor de las pesadillas se ha hecho realidad. El temor expresado por Juan Carlos Rodríguez Ibarra ya está aquí. ¿La derrota de Díaz se llevará por delante la alternativa socialista en Andalucía? ¿Podrá Díaz volver a presentar su candidatura para continuar al frente de la Junta, ahora que se ha hecho añicos su imagen de mujer ganadora? ¿Podrá aspirar a renovar su cargo al frente de los andaluces cuando lo primero que le van a echar en cara sus adversarios políticos es que no la quieren ni en su propio partido?
Los socialistas cercanos a la presidenta recuerdan que José Bono perdió frente a José Luis Rodríguez Zapatero y, a pesar de ello, renovó su mayoría absoluta al frente de Castilla-La Mancha. La diferencia es que la importancia y la expectación de aquel momento no tenía nada que ver con el actual. Díaz ganó los últimos comicios autonómicos, pero lo hizo con el peor resultado de la historia del PSOE andaluz. El riesgo de que los socialistas pierdan Andalucía, una vez superado el efecto Díaz, parece evidente.
Tras mucho nadar y guardar la ropa, Juan Marín, la cabeza visible de Ciudadanos en Andalucía, el partido que mantiene a Díaz en la Junta, dio un aldabonazo importante hace unos días: “Si se comprueba que la presidenta sigue más pendiente de la política nacional o de su partido que de Andalucía, nos tendríamos que replantear las cosas”, señaló. Si Díaz decide seguir como si nada hubiera pasado, se verá obligada, como mínimo, a renegociar el apoyo de Cs.
Para la oposición, la derrota de Díaz no tiene vuelta de hoja. Debe abandonar su puesto al frente de Andalucía y designar a un sucesor. Y si no es capaz de ello, convocar elecciones anticipadas. Para Juan Manuel Moreno Bonilla, el presidente del PP andaluz, la dimisión de Díaz es innegociable. “Usted ha acometido un viaje sin retorno. Andalucía no es un plan B ni un cuartel de invierno al que volver a palos”, lanzó desde el Parlamento.
Tampoco Podemos o IU no albergan dudas acerca del futuro político de la presidenta. Debe marcharse a casa. Teresa Rodríguez, líder de Podemos, lleva tiempo insinuando que Díaz ha utilizado toda la maquinaria del PSOE andaluz en su provecho personal, en su lucha por la secretaría general socialista. Para Antonio Maíllo, de IU, “hace meses que Andalucía está sin presidenta, por lo que Díaz debería marcharse ya”.