“El túnel de Glòries es un error político grave”
El concejal de Arquitectura, Paisaje Urbano y Patrimonio, Daniel Mòdol, sostiene que la cobertura de 200 metros de la ronda de Dalt será la única gran obra municipal que se acabará a lo largo de este mandato en Barcelona
Daniel Mòdol Deltell (Lleida, 1972), arquitecto y urbanista, es un rara avis de la política, la voz más discordante en el gobierno de Ada Colau. En esta entrevista, este independiente integrado en el grupo socialista, autor del anterior proyecto de las Glòries, desestimado en el mandato de Xavier Trias, expresa su opinión sobre cómo debería ser la política urbanística del Ayuntamiento de Barcelona, una opinión no del todo coincidente con la de BComú.
La rescisión del contrato de la obra más importante de la ciudad es un hecho inédito. ¿Cómo afectará el parón a las Glòries?
Condicionará la urbanización de la cobertura que se corresponde a los túneles. Otras obras no están supeditadas a estos pasos viarios.
¿El calendario es realista?
Hay que liquidar, rescindir el contrato y licitar. Sin consenso o un acuerdo inicial, el calendario continuará corriendo sin que se puedan reemprender las obras. Además es necesario determinar en qué estado se encuentra la infraestructura. Quien venga detrás debe tener muy claro cómo está la construcción de los túneles y estar dispuesto a asumir la responsabilidad. No hay que olvidar que la obra se ha tenido que parar en el punto más complicado.
¿Surgirán nuevas dificultades?
Sí, pero este es el riesgo desde el primer día. Trabajar en un lugar minado de cimentaciones de infraestructuras, por debajo del freático y con unos túneles que están fatal porque no tienen base no es fácil, es como abrir un melón. El primer problema será ver si los túneles de
Adif están hechos un desastre.
¿Haber hecho la obra soterrada es un error?
Es un error político grave. ¿Tiene sentido gastar tres veces el presupuesto de Sarrià-Sant Gervasi para hacer un túnel que no mejora la movilidad y en crear un parque un poco mayor? Se está construyendo el metro cuadrado de parque más caro de la historia de Barcelona. En total, 120 millones de euros.
¿Se hará el segundo túnel?
Tiene sentido porque ayudaría a coser dos barrios. Otra cuestión es su coste y el momento de su ejecución. Creo que finalmente se hará. A pesar de que existen posturas contrarias a ejecutar grandes obras, en este caso, y siendo el primer túnel una realidad, creo que el beneficio para la ciudad es evidente.
¿Veremos en este mandato al tranvía circular por la Diagonal?
Es difícil que lo podamos ver en este mandato. Aún no sabemos por donde circulará, no se ha tomado una decisión. Desde el discurso de la movilidad tiene una lógica que después, en el encaje urbano y el diseño del espacio público, no está tan clara. Los vecinos de la Diagonal no esperan el tranvía, esperan la urbanización de la avenida. Además, el retraso de Glòries retrasa el debate del tranvía. Creo que hay una voluntad de la Generalitat de que el tranvía no circule por la Diagonal. No hay ningún acuerdo real entre las administraciones ni dentro del Ayuntamiento. El compromiso de la alcaldesa con este proyecto es muy alto –se comprometió a tener el proyecto ejecutivo en tres meses– pero nadie quiere regalarle este triunfo.
¿Qué obras estarán acabadas este mandato?
La mayor inversión es la de la ronda de Dalt, 15 millones de euros, aunque los socialistas pedimos 30. Será la única inversión importante del mandato: 200 metros de cobertura muy necesarios, Seguramente se hará en dos veranos. Es una obligación moral porque allí sí se está cosiendo la ciudad.
¿Ninguna más?
Las otras grandes inversiones tienen calendarios más difíciles, como la Meridiana. Aquí el debate está muy condicionado por la movilidad y es necesario profundizar más en el cambio del espacio público. Para la Meridiana lo importante es lograr un compromiso firme de verdadera transformación.
¿Se está renunciando a transformar la ciudad?
La ciudad se transforma de muchas formas, pero una a la que no hay que renunciar es a la transformación urbana. Nosotros vemos el urbanismo como motor económico que crea ocupación y mejora la vida de los barceloneses. Barcelona ha demostrado que en este terreno hay que ser valientes y tener visión de futuro. Desde los Juegos Olímpicos al 22@ tenemos muchos ejemplos. Aunque a veces las grandes cifras generen rechazo, no hay transformación ni calidad de vida sin inversión y creo que los barceloneses lo saben. Nuestro papel en el gobierno es contribuir a esta visión y sumar para que Barcelona pueda tener una estrategia global de futuro.
Se ha anunciado otro retraso de la ordenanza de terrazas. ¿Cómo está la nueva normativa?
Es el debate sobre espacio publico más interesante de la ciudad. Yo soy pro ordenaciones singulares, pro proximidad . Ayudan a territorializar el debate.
¿El gremio se queja precisamente de las no previstas?
Defiende sus intereses. Es normal que muestre su queja cuando se toca una mesa, pero nuestro trabajo es encontrar el equilibrio. Las conversaciones con los grupos municipales avanzan. Antes del verano habrá acuerdo y ya se verá cómo se plasma en una ordenanza. Queremos que antes de final de año la ordenanza sea aplicable para poner en valor el espacio público.
“¿Tiene sentido gastar 3 veces el presupuesto de Sarrià en algo que no mejora la movilidad?”
“La lógica del tranvía en el encaje urbano y el diseño del espacio público no está clara”