El Fenerbahçe, rey de Europa
El Fenerbahçe consigue el primer título turco al vencer con claridad al Olympiacos
El entrenador serbio Zeljko Obradovic engrandeció anoche su leyenda en los banquillos con el noveno título en la Euroliga con cinco equipos diferentes: Partizan, Joventut, Real Madrid, Panathinaikos y el último, ayer, con el Fenerbahçe, el primer conjunto de Turquía que se corona campeón. El Olympiacos de Spanoulis –discreto en la final– se quedó a las puertas de la victoria como le sucedió hace dos años en Madrid en escenarios muy adversos porque se enfrentó en las dos oportunidades con el anfitrión.
“Esto es historia”, explicó Ekpe Udoh, designado mejor jugador de la final four de Estambul con toda justicia. El pívot estadounidense, que el sábado cumplió 30 años, fue decisivo en la semifinal ante el R. Madrid con 18 puntos, 12 rebotes, 8 asistencias y 2 tapones, y ayer volvió a repetir una actuación estelar con 10 puntos, 9 rebotes, 4 asistencias –en la primera jugada del partido le dio un pase a Vesely para que anotara un
alley-oop– y 5 tapones. Pero más allá de los números, su presencia en la pista durante 36m35s fue determinante porque su poder de intimidación coaccionó en todo momento a los jugadores rivales. Doc Rivers, su entrenador en Los Angeles Clippers en la última temporada en la NBA, fue muy importante en su formación. “Sé una estrella en el papel que te pidan”, le dijo Rivers y Udoh lo ha cumplido con creces para convertirse en una de las piezas clave de un Fenerbahçe que tras una Euroliga irregular ha llegado al tramo final de la temporada en plena forma. En la Liga turca encadena veinte victorias consecutivas y en la competición europea eliminó en el playoff al Panathinaikos por 3-0 pese a tener desventaja de pista y superó claramente al Real Madrid y al Olympiacos en la final a cuatro.
“Es un triunfo muy importante para el club y para toda la gente”, comentó Obradovic, muy feliz “sobre todo por mis jugadores”. El Olympiacos repitió el guion del duelo ante el CSKA, pero delante tenía un adversario más poderoso, primero por su capacidad anotadora (26-18) y luego por su excelente defensa, que dejó a los griegos con solo 64 puntos. A pesar del mencionado Udoh y de Kalinic (12 puntos en el primer cuarto) y Bogdanovic (12 en el descanso), el Olympiacos resistió hasta el minuto 24 (46-42) después de que Milutinov –el mejor junto a Birch– realizara un espectacular mate. Pero entonces encajó un parcial de 22-8 en los mejores minutos de Datome del que lógicamente ya no se recuperó.
El 68-50 del minuto 32 convirtió el tramo final del encuentro en una fiesta en las gradas del Sinan Erdem Dome. Obradovic aún tuvo tiempo de dar alguna de sus famosas broncas –Bogdanovic se llevó más de una pese a que el viernes le tocó defender a Llull y ayer a Spanoulis–, pero en realidad el título estaba sentenciado a favor de un Fenerbahçe que el año pasado sólo cedió en la prórroga ante el CSKA. Ahora, sin embargo, toda la gloria es suya.