Quintana esprinta y saca 6 segundos
Jornada de ritmo loco que acaba en Bérgamo con victoria de Bob Jungels
El Giro 2017 vivió ayer una jornada de locura, disputada a un ritmo frenético (104 kilómetros recorridos en las dos primeras horas, una barbaridad) que acabó en Bérgamo con victoria del luxemburgués Bob Jungels (el líder de los jóvenes) justo por delante de Nairo Quintana, que araña así seis segundos de bonificación.
Todos los favoritos, Tom Dumoulin incluido, entraron juntos en un grupito de doce unidades y por lo tanto la situación al frente de la clasificación sólo cambia por los pequeños retoques de las bonificaciones... y por el espectacular accidente del estonio Tanel Kangert, el jefe de filas del Astaná, que chocó a toda velocidad con una señal de tráfico emplazada en medio de la carretera, a la salida de una rotonda. Kangert, que era el séptimo de la general, sufre fractura del codo izquierdo y ha dicho adiós al Giro.
Fue un día de grandes velocidades, de nervios y de subidas y bajadas sin descanso. Y como consecuencia, un día de caídas. La de Kangert la más importante, pero también un accidente sin gravedad de Formolo contra un protector de piedra en el descenso del Selvino y el susto de Nairo Quintana en la bajada del San Salvatore. Un compañero del Movistar no cogió del todo bien una curva a la derecha y Quintana, que iba justo detrás, se deslizó hasta ir a parar justo al lado del protector de la carretera.
“He superado un momento difícil”, comentó el colombiano del Movistar en la meta. Después de la caída tuvo que coger la bicicleta de un compañero y más adelante, cuando empezaba la subida al Selvino, el último puerto del día, se detuvo para recuperar una de sus bicicletas. “Ha sido un día un tanto complicado, sobre todo por las bajadas y la parte final [la ascensión a la parte alta de Bérgamo] tan estrecha y con tanta gente. Por suerte hemos acabado sin más complicaciones”, analizó Quintana, que ahora se encuentra en 2m 41s de Dumoulin. Fue curioso verlo metiéndose con decisión en la batalla por el sprint y avanzando rivales hasta acabar en el segundo lugar, justo por delante de Thibaut Pinot. “He buscado sorprender, pero ganar la etapa con un rival como Jungels ya habría sido demasiado”.
La carrera italiana tiene hoy el tercer y último día de descanso. Desde mañana y hasta el domingo en Milán son seis etapas de alta dificultad. Las cinco primeras de montaña y la última, una contrarreloj de 29,3 kilómetros, que volverá a jugar a favor de Dumoulin. Pero antes, montaña. Mucha y muy dura. “No me asusta”, dice el líder, “pero sé que será muy complicado. La etapa del martes quizás sea la más dura de todo el Giro”, avisa. Y se refiere a los 222 kilómetros hasta Bormio que incluyen el Mortirolo y el Stelvio...