Charo Sanjuán
COMISARIA DE ARTE
La obra de Gaudí se presenta por primera vez en Rusia en el marco de una exposición organizada por el Museo de Arte Moderno de Moscú (MMoMA) y la fundación Aurea Cultura i Art, cuya comisaria es Charo Sanjuán.
Millones de visitantes y turistas rusos han paseado por Barcelona admirando la obra de Antoni Gaudí. Pero, al contrario de otros venerados artistas catalanes como Salvador Dalí, nunca lo habían tenido en casa. El Museo de Arte Moderno de Moscú (MMOMA) y la fundación Aurea Cultura i Art llenan ahora este hueco con la exposición Antoni
Gaudí. Barcelona, que se ha inaugurado en la capital de Rusia.
Hasta el próximo mes de septiembre, los visitantes podrán acercarse y profundizar en la vida y obra del arquitecto modernista más uni- versal de Catalunya a través de 150 piezas pertenecientes a instituciones públicas y colecciones privadas.
La exposición incluye planos, dibujos, muebles, elementos arquitectónicos, esculturas, vídeos y fotos de época. Pero tienen un especial protagonismo las maquetas, que como casas de muñecas se presentan al visitante con todos los detalles de los edificios gaudinianos.
“La mayoría de la gente se queda en la piel del edificio, que es lo que te deslumbra, la fachada. Con las maquetas se pueden ver todos los detalles, lo que es maravilloso, ya que el visitar el edificio no se pueden apreciar”, explica la comisaria de la exposición, Charo Sanjuán. “Pero las maquetas están también para explicar que Gaudí trabajaba con las manos, con los volúmenes. Utilizaba los dibujos básicamente para recibir los permisos administrativos. Aunque era a partir de esas maquetas que tenía en la obra con las que realizaba el edificio, no con planos”.
Acompaña a la obra y vida de Antoni Gaudí el artista contemporáneo catalán Frederic Amat. Su proyecto audiovisual Forja es el encargado de dar la bienvenida al visitante a la exposición.
Amat explica a La Vanguardia que fue el propio director del MMOMA, Vasili Tsereteli, quien dio impulso a este proyecto cuando le visitó en su estudio de Barcelona. “La fundación La Pedrera me había encargado una película. Pero parecía una misión imposible, porque este puede ser el edificio más fotografiado y filmado del mundo, con ese tejado maravilloso, las fachadas: esa gran ola de piedra con la espuma que son los balcones”, describe el artista. “Estaba a punto de declinar el envite, pero el director del MMOMA propuso dar a Gaudí una dimensión contemporánea desde el comentario a su obra de un artista contemporáneo”.
Al día siguiente, Amat fue con una sábana, dos cañas y la pequeña cámara de vídeo de un asistente. Colgó la tela blanca por detrás del barandal y filmó. “Acepté la propuesta al momento. Qué mejor manera que comentar fílmicamente la caligrafía de la forja que inició Gaudí en el balcón principal, pero que desarrolló Josep Maria Jujol en el resto de los balcones de la Pedrera, y que no hay 50 centímetros iguales. Es un desarrollo maravilloso, y esta película permite verlo sin interferencias visuales”, explica Amat.
Aurea Cultura i Art ha querido presentar esta exposición de Moscú como un encuentro didáctico con Gaudí, con su obra y con su propia vida y progresión profesional. La propuesta se articula en cinco apartados temáticos que comienzan con una introducción biográfica, con su vida en el seno de una familia de artesanos de Reus, y sigue con el colegio de las Teresianas, uno de sus primeros trabajos.
Luego se explica la relación con el industrial y político Eusebi Güell, convertido en el principal mecenas del arquitecto, y la defensa que Dalí hizo de Gaudí en un momento en que su obra era vilipendiada.
El último apartado de la exposición corresponde a la iglesia de la colonia Güell, pero sobre todo al templo de la Sagrada Família, donde trabajó desde 1883 hasta su muerte, en 1926.