El exjefe de la CIA confirma contactos de Rusia con la campaña de Trump
Brennan expresa preocupación por una connivencia que no pudo comprobar
Moscú “interfirió descaradamente” en la campaña electoral de las presidenciales estadounidenses y funcionarios rusos contactaron con integrantes del equipo de campaña de Donald Trump, pero lo que todavía está por aclarar es si hubo connivencia de los colaboradores del candidato republicano con los ciberataques rusos. Esta es en síntesis la versión que dio ayer el ex jefe de la CIA John Brennan ante el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, que investiga el Rusiagate.
El goteo de revelaciones que alimentan todas las sospechas sobre la relación de los hombres de Trump con la injerencia rusa es constante y se ha convertido en el mayor lastre de la nueva Administración estadounidense.
“Obtuve la información de Inteligencia, que reveló los contactos e interacciones entre las autoridades rusas y las personas de Estados Unidos que trabajaban en la campaña que Trump, y tenía motivos para preocuparme porque conocíamos los esfuerzos rusos para sobornar a estas personas”, declaró Brennan. Pero el entonces jefe de la CIA no pudo terminar la investigación porque abandonó el cargo en el mismo momento en que el presidente Barack Obama dejó la Casa Blanca en enero.
“Me pregunté –dijo Brennan– si Rusia fue capaz de obtener la cooperación de esos individuos”, pero no consiguió despejar sus dudas. Le preguntaron si hubo o no confabulación entre la campaña de Trump y los rusos, y respondió: “No lo sé”.
Brennan explicó por primera vez que su preocupación por la interferencia rusa era tal que le llevó a advertir directa y personalmente a Alexánder Bórtnikov, jefe del FSB, el servicio de seguridad ruso, de las graves consecuencias que tendría la injerencia de Moscú en las elecciones. Bórtnikov negó la intromisión, pero se comprometió a trasladar el mensaje a Vladímir Putin. En el informe que exigió Obama a los servicios de Inteligencia y al FBI sobre la presunta interferencia rusa, Brennan y los demás dirigentes de los servicios de seguridad confirmaron que fue el propio Putin quien ordenó la “campaña de influencia” en las elecciones.
Y a medida que avanzan las investigaciones, trascienden nuevos intentos de Trump por zanjar el asunto. The Washington Post informó, citando fuentes de la Administración actual y anterior, que el presidente intentó que los servicios de Inteligencia arrebataran al FBI la investigación y declararan públicamente que no hubo confabulación de su campaña con Moscú. Según esta información, Trump tomó esta iniciativa después de que el jefe del FBI, James Comey, se negara a poner fin a la investigación sobre los contactos de Michael Flynn. Trump intentó convencer por separado al director de Inteligencia Nacional, Daniel Coats, y al director de la Agencia Nacional de Seguridad, Michael Rogers, pero ambos se negaron a satisfacer la demanda del presidente. La conversación de Trump con Rogers figura en un memorando escrito.
Y, por otra parte, el congresista Elijah E. Cummings confirmó que Michael Flynn mintió sobre sus negocios con el Kremlin cuando fue examinada su idoneidad antes de ocupar el cargo de consejero de Seguridad Nacional. Dimitió a los 24 días por haber ocultado sus vínculos con Putin, pero mentir a los investigadores federales constituye un delito que podría acarrearle una condena de hasta cinco años de prisión.
FRENO A LA INVESTIGACIÓN El presidente intentó que Inteligencia asumiera el Rusiagate y negara la confabulación
POSIBLE DELITO Un comité del Congreso constata que Flynn mintió para acceder a la Casa Blanca