Forn se presenta como el gran rival de Colau
El portavoz del grupo municipal Demòcrata califica de “suspenso estrepitoso” los dos primeros años de gobierno de BComú
Joaquim Forn quiso presentarse ayer como el principal rival de la alcaldesa Ada Colau en las próximas elecciones municipales. El portavoz del grupo municipal Demòcrata pronunció ayer su particular conferencia sobre los dos primeros años del presente mandato. Los suyos aún no lo escogieron como candidato de manera oficial. Pero Forn, más allá de defender la labor de gobierno llevada a cabo por el exalcalde Xavier Trias, mucho más allá de criticar la gestión del equipo de BComú y PSC, intentó mirar al futuro, quiso perfilarse como una alternativa de futuro. “Resulta muy fácil hacer demagogia detrás de una pancarta, y resulta muy difícil hacer propuestas constructivas de cara al futuro”, dijo Forn en más de una ocasión en la terraza de la sede del PDECat en la calle Provença. Y Trias no quiso robarle el protagonismo.
Forn se quitó la americana y se remangó la camisa para someterse a las preguntas de tres jóvenes periodistas y politólogos. El demócrata prefirió huir de las promesas grandilocuentes, prefirió apostar por una administración pública que lleve a cabo políticas quizás mucho menos vistosas pero de más largo recorrido. “Tenemos que regular en la buena dirección, y no en el decrecimiento –subrayó–. Tenemos que fomentar un turismo que genere riqueza, un turismo que pernocte en la ciudad, que acuda a congresos... El turismo prestó una gran ayuda a esta ciudad durante los años de crisis. Ahora tenemos que identificar el segmento que más conviene y apostar por él, y descentralizarlo, y propiciar una mejor distribución de los beneficioso que comporta”.
El portavoz demócrata no dudó en otorgar un suspenso estrepitoso a la gestión de Colau durante estos dos primeros años, y en esperar bien poco de los dos que quedan. Forn entiende que los comunes gobiernan a golpe de titular, y que las consecuencias de sus políticas no tienen nada que ver con sus pretendidos objetivos. “Decían que había que impedir que el Deutsche Bank se convirtiera en un hotel, que había que convertirlo en viviendas sociales –prosiguió–. Ahora se están haciendo allí viviendas de lujo, viviendas de varios millones de euros. Y hemos perdido un montón de puestos de trabajo”. Además, Forn no dudó en calificar la moratoria hotelera como un gran negocio para los ricos. “Les hemos propuesto tres o cuatro veces instaurar el salario de ciudad, una medida que ayudaría a mejorar las condiciones de trabajo de muchas personas, pero no hemos encontrado respuesta en el gobierno municipal. Ya no pueden echar las culpas de todo al anterior gobierno. Ahora tienen que asumir sus responsabilidades”.