Salut garantizará tratar la fibromialgia con equidad
El plan pretende acabar con la actual arbitrariedad
La fibromialgia, la fatiga crónica, la sensibilidad química múltiple y otras entidades que componen el llamado síndrome de sensibilización central tendrán a partir de ahora 18 unidades expertas (aunque una está aún por acreditar) para atender los al menos 300.000 pacientes que hay diagnosticados en Catalunya. Salut quiere garantizar así que no haya ninguna zona que quede sin equipo de referencia. Y que ofrezcan un tratamiento a estas dolencias, tan diversas, complejas e invalidantes, homogéneo, basado en protocolos y con evidencia científica .
Las plataformas de pacientes, que han participado en la elaboración del último plan sobre su problema, están contentas dentro de un justificado escepticismo. “Reconocemos que hay intención de que comience a funcionar y es importante que se hayan establecido sistemas de evaluación, pero llevamos muchos años de decepción; no ponemos la luz verde”, apuntó en la presentación del plan Jordi Calm, presidente de la plataforma de familiares FM-SFC-SQM (las siglas de tres de las enfermedades).
Llevan años de promesas, planes y creación de unidades sobre el papel y, hasta ahora, el tratamiento de estas dolencias es una lotería: depende de dónde se viva y de si quien atiende
cree o no en estos diagnósticos. Pero, sobre todo, la experiencia les demuestra que cuando se ven imposibilitados para trabajar por sus mermas físicas, el Institut Català d’Avaluacions Mèdiques (ICAM) les acaba dando el alta. Como si tampoco se creyeran el diagnóstico.
Esta vez Salut dice que va absolutamente en serio, que cada una de esas 18 unidades ha pasado por una estricta evaluación y será revaluada cada año por sus resultados. Que están dando formación específica a los médicos de familia –hay profesionales que han hecho talleres formativos en el 73% de los equipos de primaria– y que todos los CAP tendrán alguna de esos 18 unidades como su referente. Calculan que cada médico y enfermera de familia tendrá en su cupo un promedio de 60 pacientes con alguno de estos síndromes.
Son dolencias con un trato oficial cuando menos ambiguo. Por eso, “también estamos trabajando en la codificación de estas dolencias para poder estudiar su evolución y su epidemiología y para mejorar los requisitos para su evaluación funcional en el ICAM”, aseguró el conseller Antoni Comín.
“Son diagnósticos complejos, que se realizan por descarte, y son dolencias crónicas sin cura y necesitan una atención multidisciplinar y personalizada”, reconoce el médico de familia Xavier Cantero, responsable de una de las unidades de referencia, la situada en Igualada. En el presupuesto del 2017 hay consignados 3 millones de euros para el funcionamiento de estas unidades especializadas que deberán aplicar protocolos de atención homogéneos.
Dieciocho unidades expertas seguirán un mismo protocolo y sus resultados serán evaluados cada año