Las dunas urbanas salvaguardan las playas de la metrópolis
El AMB organiza la primera edición de LitoMet, en la que se definirán las políticas públicas coordinadas para la preservación del litoral y las costas de los municipios metropolitanos
El viento ha dejado de construir las dunas que de forma natural protegían las playas y las costas del litoral metropolitano
La subida de las temperaturas deja entrever el inicio de la temporada de playa en el litoral de las ciudades metropolitanas. La gestión de las playas, más allá de la limpieza y la adecuación de los equipamientos y de los servicios para bañistas, implica también la protección de la costa, que año tras año se ve afectada por los temporales que ocasionan graves daños durante el invierno.
En este contexto en el que las ciudades han ido recuperando sus playas para usos sociales y económicos y en el que, a la vez, las costas están expuestas a los efectos del cambio climático, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) organiza, el próximo 29 de junio, la primera edición de LitoMet, una jornada de reflexión estratégica para definir políticas públicas coordinadas para la preservación del litoral y de las playas metropolitanas, que garantizarán la supervivencia de la biodiversidad y del paisaje de costa y ofrecerán un espacio de ocio y baño de calidad a los ciudadanos.
DUNAS URBANAS
Ramon Torra, gerente del AMB, explica que algunas de las playas públicas de los municipios situados en el área sur de la metrópolis tienen problemas durante el invierno y “se prevé un escenario preocupante para el año 2100, si no se actúa en la recuperación y el mantenimiento de las dunas que protegen la biodiversidad, la calidad y la cantidad de arena. Las playas son un activo de primer orden para el territorio metropolitano, y el espacio más frecuentado por la ciudadanía, con más de 10 millones de usuarios en 2016”, apunta Torra.
Las dunas urbanas se postulan como una de las principales soluciones para las playas de arena fina situadas al sur de la metrópolis, porque actúan como barreras físicas que evitan la inundación cuando hay temporales extraordinarios. Además, al presentar mayor pendiente y, especialmente, al contar con el refuerzo de las raíces de la vegetación, las dunas oponen una mayor resistencia a la erosión y a los efectos de los temporales.
Gavà Mar es una de las playas en las que el AMB hace años que ensaya la eficacia de las dunas urbanas. La creciente utilización de las playas por parte de los ciudadanos, en los espacios en los que anteriormente se extendían los ecosistemas dunares, evidenció que debe haber espacio de arena para los usuarios y espacio dunar protegido, separado y diferenciado. Mariano de Gracia, jefe de la Sección de Playas del AMB, justifica así la señalización mediante “carteles explicativos y zonas acordonadas” que permiten identificar esas zonas protegidas. “Las dunas son la principal medida de salvaguarda de las playas, ya que, además de paliar los efectos de los temporales, favorecen la convivencia de varias especies de fauna y flora que interactúan entre sí a modo de ecosistema”, puntualiza Mariano de Gracia.
En el caso de las playas del norte del litoral barcelonés, la geología es diferente y cabe abordar otras soluciones diferentes.