Treinta millones y una final
PACO ALCÁCER Con escaso protagonismo durante la temporada, es el favorito para suplir a Suárez
El 10 de septiembre de 2016, ante el Alavés, se presentaba la primera oportunidad para que se hiciera realidad la frase de Luis Enrique de que contaba con la mejor plantilla desde que había llegado al banquillo del Barcelona. Era la segunda jornada de Liga y el encuentro llegaba tras incómodos partidos de selecciones. El entrenador blaugrana recurrió a las rotaciones y dejó en el banquillo a Lionel Messi y Luis Suárez. Se le abría así el cielo de la titularidad a Paco Alcácer, que acababa de aterrizar en el Camp Nou procedente del Valencia por el poco módico precio de 30 millones de euros, más 2 en variables. Pero el valenciano no tuvo el debut soñado. Ese día se estrenó también el portero Cillessen, pero el Barcelona cayó por 1-2. El atacante sólo conectó ocho pases y remató en una ocasión en 66 minutos de juego. Un tristísimo balance y el inicio de un via crucis deportivo.
Sin embargo, la final de hoy se presenta como un aliciente y un desafío para Alcácer, precisamente contra el Alavés, aunque espera que el resultado y su actuación sean bien distintas. Ausente Luis Suárez por sanción se multiplican sus posibilidades de entrar en el equipo. Sería el partido más importante en el que participa de entrada junto al del Bernabeu, duelo en el que fue titular por sanción de Neymar.
En líneas generales Alcácer, a falta de un partido, ha completado una campaña muy discreta. Para nada ha justificado el precio de su fichaje. Le ha costado mucho adaptarse al juego del equipo, aunque a su favor hay que decir que a partir de febrero sus prestaciones han mejorado. Al menos se ha convertido en un jugador útil, ni que fuera en los encuentros de menor calado. El valenciano desembarcó en el Barcelona con la ingrata misión de ser el cuarto delantero del equipo, es decir el hombre que pudiera dar un respiro a los integrantes del tridente, en especial a Luis Suárez. Este papel lo desempeñaban en campañas anteriores Sandro Ramírez y, sobre todo, Munir, que con la llegada de Alcácer cambió de aires para acabar en el Valencia. Alcácer de azulgrana ha disputado en la Liga 847 minutos, sólo 22 más de los que jugó Munir en el campeonato 2015-2016 con el Barça.
En el conjunto de competiciones el canterano blaugrana estuvo sobre el campo 1.634 minutos por los 1.205 del valenciano. Es verdad que el Barcelona tuvo que afrontar entonces la Supercopa de Europa y el Mundial de clubs, pero si se circunscribe el cómputo a la Liga, la Champions y la Copa del Rey el balance de participación es favorable a Munir (1.522 a 1.205). En cuanto a goles el ahora valencianista metió 8 en su última campaña con el Barcelona (5 en la Copa y 3 en la Liga) por 7 de Alcácer (6 en la Liga y 1 en la Copa).
La versatilidad de Munir facilitaba su incrustación en la alineación, ya que podía jugar con naturalidad por las bandas. Eso es lo
LA COMPARATIVA En la Liga con el Barça Alcácer ha jugado sólo 22 minutos más que Munir en la 2015-2016
EL PRINCIPIO Y EL FINAL El valenciano debutó ante el Alavés y contra el equipo vitoriano puede tener su gran ocasión
que le ha costado más a su sucesor, entrar en el juego combinativo del equipo. Lo ha ido consiguiendo paulatinamente y ha brindado minutos decentes jugando por los costados en el último tramo. Por ejemplo en Granada o en el Camp Nou frente a la Real Sociedad. De hecho, en los últimos cuatro partidos en los que ha sido titular ha respondido con cuatro goles (dos al Osasuna, uno contra el Athletic y otro frente a la Real).
Alcácer llegó con el aval del secretario técnico, Robert Fernández, que no vio un impedimento en su elevado precio con el argumento de que en otros equipos había jugadores en el banquillo que costaban más dinero. Robert creía que el carácter bonachón del delantero le llevaría a adaptarse rápido en el vestuario. Eso no se pone en duda. Otra cosa ha sido su integración sobre el terreno de juego. Tiene una final para dejar entrever que su segunda temporada será bastante mejor que la primera.