La reina de la ‘guarimba’
La ex modelo y ‘body builder’ se ha convertido en icono de las protestas contra Maduro
Cada día en la plaza central del lujoso distrito de Altamira en Caracas cientos de jóvenes venezolanos, se preparan para la guarimba, la ritualizada batalla campal contra las fuerzas de lo que ellos consideran el régimen dictatorial del presidente Nicolás Maduro. Se ponen el casco de motocicleta, pintado de los colores de la bandera Venezuela, tapan las caras con pañuelos blancos al estilo de Omar Shariff o con máscaras de gas del último modelo.. La gran mayoría de los manifestantes contra Maduro son pacíficos y muy elocuentes en sus denuncias a un gobierno que ha gestionado con bastante ineptitud la grave crisis económica. Pero los guarimberos de la plaza Altamira, mezclan la violencia con el narcisismo.
La nueva reina de esta guarimba chic es Caterina Ciarcelluti, la ex modelo, entrenadora y body builder que saltó a la fama tras ser fotografiada por France Presse mientras arrojaba un trozo de asfalto del tamaño de un melón a la policía en Altamira hace tres semanas.
Ciarcelluti, de 44 años, tiene un cuerpo laboriosamente trabajado en una de los gimnasios de la Caracas de alto standing. En la foto, lleva un casco de moto multicolor, gafas de sol, una máscara de gas, vaqueros short de los más ceñidos, y, quizás lo más importante para entender para qué lucha Caterina, una camiseta roja cuyo eslogan reza “Miami Heat”.
Pueden verse en la foto también los espectaculares resultados del body building de Ciarcelluti y, sobre todo, la prodigiosa musculatura de unas piernas blancas pero perfectamente bronceadas. La imagen fue difundida por el canal Univisión de sede en Miami y se viralizó bajo el título de “Wonder woman” (Mujer maravilla). Pronto saldrían vídeos en los que se ven a Ciarcelluti participar en otras jornadas de guarimba.
En muchos países, una persona fotografiada in fraganti, a punto de tirar una roca hacia la policía, correría un riesgo considerable de ser denunciada. Caterina, a fin de cuentas, no ha hecho ni caso al manual anarquista. No sólo regala el cuerpo entero a los medios sino la cara también. Pero ella no parece en absoluto preocupada por las posibles repercusiones penales de su defensa de la violencia. En una entrevista en el Times de Londres, dijo: “Si (las protestas) son solamente pacíficas, ellos (el gobierno) no se van a marchar jamás. No estoy diciendo que haga falta una violencia extrema pero hace falta una presión constante”.
Ciarcelluti es un regalo de oro para aquellos medios latinos adictos al genero del corazón y a las campañas implacables contra la izquierda latinoamericana: una venezolana rubia dispuesta a mostrar su cuerpo sin cobrar, y que , encima, es una luchadora por la libertad contra el dictador; (se suele omitir el dato que Maduro fue elegido en el 2013 para un mandato de cinco años). “Tiene un cuerpo escultural que, literalmente, para el tráfico”, afirmaba el canal conservador colombiano Caracol, un chiste que no haría tanta gracia a los miles de venezolanos que topan diariamente con las protestas cuando tratan de desplazarse por la ciudad. Según los últimos sondeos de Hinterlaces el 61% de los venezolanos cree que los responsables de la violencia en las protestas deberían ser encarcelados. Y, aunque hay muchas críticas al Gobierno, el 65% quiere esperar a las elecciones presidenciales en el 2018.