Los nuevos embajadores de Girona
Las instituciones señalan que jugar en Primera División situará aún más la ciudad en el mapa
Cuando los hermanos Roca accedieron al cetro de la cocina mundial por primera vez en el 2013 se convirtieron en los principales embajadores de Girona. Joan, Josep y Jordi no sólo contribuyeron a situar esta pequeña capital de provincia del norte de la Península Ibérica de menos de 100.000 habitantes en el mapa gastronómico sino también en el turístico. Otros acontecimientos como el rodaje de la popular serie televisiva Juego de tronos en el Barri Vell sumado al auge de Temps de Flors o el Festival Internacional de teatro Temporada Alta han reforzado aún más la marca Girona y el orgullo de sus habitantes.
Faltaba que el fútbol diera el espaldarazo definitivo a una ciudad que se había quedado tres veces a las puertas del deseado ascenso. El domingo llegó ese día. Girona será a partir de la próxima temporada ciudad de Primera División, un hecho que como señalan instituciones, comerciantes u hoteleros la sitúa “todavía más en el mapa”.
El director del Institut de Recerca en Turisme (Insetur) de la Universitat de Girona (UdG), Jordi Comas, compara el ascenso del equipo a la máxima categoría del fútbol español con la repercusión que puede tener un anuncio publicitario. “La presencia mediática en Segunda División ha sido prácticamente insignificante. Eso cambiará radicalmente ahora: que el nombre de la ciudad se vaya repitiendo cada fin de semana en cada emisión del telediario y en cada medio de comunicación tiene un fuerte impacto”, explica.
Un estudio elaborado por el club en el 2013 sobre la repercusión económica que tendría el ascenso del Girona cifraba en 5,4 millones de euros el retorno a la ciudad por el impacto mediático de la primera temporada en la Liga. Ese mismo estudio calculaba que el impacto global de jugar en Primera sería de 23 millones de euros, de los que 7,8 serían para sector terciario (hoteles, restaurantes, ocio, comercio o transporte). Estudios de ciudades pequeñas como Eibar, que igual que La alcaldesa señala que la ciudad ya tiene una marca muy consolidada ligada al turismo de calidad el Girona nunca había militado en Primera hasta la temporada 2014/2015 , elevan la cifra a 59 millones por temporada.
¿Es necesaria una promoción extra de la ciudad a raíz de este logro? La alcaldesa, Marta Madrenas, no lo ve necesario. “Es ya una marca muy consolidada, relacionada con la cultura, la gastronomía y un turismo de calidad”, asegura y considera que el ascenso del club debe ser más bien una fórmula para impulsar el deporte base y femenino. No piensa igual el presidente de la Diputación, Pere Vila, que no descarta que el Patronat de Turisme pueda promocionar conjuntamente los atractivos turísticos del municipio y provincia con la ayuda del club. Una idea similar es la que lanza la docente de Turismo de la UdG, Dolors Vidal. “Sería muy positivo que los deportistas ayudaran a promocionar la ciudad y se convirtieran en embajadores de Girona como en su día lo fueron los hermanos Roca”, dice.
Más allá de la fórmulas de proyección y difusión de la marca Girona, tanto el Ayuntamiento como el club tienen deberes este verano. Las principales tareas están relacionadas con el ámbito de la seguridad y la movilidad, dos elementos básicos para gestionar la mayor afluencia de visitantes a Montilivi. El club contempla una ampliación inicial de unos 2.500 o 3.000 asientos más, lo que elevaría a 12.000 o 13.000 personas la capacidad máxima del estadio que hoy es de unas 9.300.
El Consistorio estudia crear bolsas de aparcamientos disuasorias alejadas del campo. Uno de estos parkings se ubicaría en el espacio que ha dejado libre el garden Centre Verd, que se acaba de trasladar a Salt. La distancia (unos 20 minutos a pie) hasta Montilivi podría llevar al Ayuntamiento a fletar autobuses lanzadera hasta el estadio a un precio módico. “Lo estamos estudiando”, dice Madrenas. El Ayuntamiento ha destinado este año 140.000 euros al mantenimiento del campo, cifra que según la alcaldesa no variará el año que viene.