Un mayordomo en casa
Los servicios virtuales de apoyo en forma de amplificadores de voz, liderados por los dispositivos de Amazon, ganan popularidad y posibilidades de uso en el hogar
En la segunda temporada de la serie Mr.
Robot, una historia de un grupo de hackers que hunden la economía mundial con un ciberataque –seguro que le suena de la vida real–, una agente del FBI, ebria y deprimida, se encierra en su habitación y se lanza sobre la cama. Mientras mira al techo, empieza a hablarle al altavoz que tiene en un aparador.
“Alexa, ¿cuándo llegará el fin del mundo?”, pregunta. “A menos que una futura tecnología vaya muy mal, de hecho, lo más probable es que la Tierra no sea destruida hasta dentro de varios millones de años”, responde el altavoz. En otro capítulo se repiten conversaciones con el mismo grado de surrealismo, e incluso superior, que esta.
Aunque la principal función de estos altavoces asistentes domésticos no es la de hacer compañía, lo cierto es que algunas de las respuestas pueden servir a ese fin. Los dispositivos mejor situados en este incipiente mercado son los de Amazon. Sus modelos Echo, de los que ya existen tres versiones diferentes, utilizan el asistente virtual Alexa.
El Amazon Echo es el rey de estos dispositivos. En España es todavía un gran desconocido por un par de razones. La primera es el idioma. De momento, solo está disponible en inglés y en alemán. Además sólo se pueden configurar sus servicios para las zonas geográficas cubiertas por los idiomas, con lo que no se le puede preguntar, por ejemplo, por el tiempo que tenemos en una localidad española o cuáles son las películas que se proyectan en los cines de la zona.
Entre las funciones disponibles de Echo, que acaba de lanzar una versión con pantalla, está la posibilidad de escuchar música a la carta con la mayoría de los principales servicios de streaming, como Spotify, Apple Music, Google Music o el de la marca, Amazon Music.
Este tipo de asistentes tiene una utilidad especial para hacer tareas relacionadas con la nube. Por ejemplo, crear un evento en un calendario online, o programar una acción con sólo explicarlo al altavoz a una distancia máxima de 8 metros, suficiente en la mayoría de viviendas.
En Estados Unidos, un asistentes de este tipo tiene mucho más sentido. Se puede pedir comida a domicilio, revisar una cuenta bancaria, ordenar alguna acción de aparatos domésticos compatibles, solicitar un coche de Uber o repasar un plan de viaje de la plataforma Kayak.
Google Home, también llamado a ser protagonista en este mercado mediante Google Assistant, sí que habla español, pero sólo en la función de traducción. Sus funciones son también parecidas a los anteriores. Para activarlo, sólo hay que decir “OK Google” y formular la petición.
No son los únicos modelos en el mercado. Harman/Kardon ha lanzado su altavoz Invoke, el primero que utiliza Cortana, el asistente de Microsoft. Con este dispositivo se podrán hacer llamadas por Skype, controlar servicios de música online y todo tipo de operaciones de recordatorios y citas.
Microsoft tampoco quiere quedarse fuera de esta carrera por el mayordomo virtual, pero en lugar de diseñar un dispositivo concreto, su HomeHub es una actualización que llegará en septiembre a los equipos con Windows 10. Su idea es que ordenadores y móviles, principalmente, se utilicen como este tipo de dispositivos.
Una de las principales críticas de estos dispositivos está en la privacidad. Para poder atender las órdenes que se les dan, los altavoces asistentes deben estar en modo escucha de forma permanente. Aunque es muy improbable que las plataformas que los comercializan “espíen” a los usuarios, las dudas surgen al plantearse la posibilidad de uso indebido por hackers.
Estos aparatos son criticados por estar siempre ‘escuchando’ para poder atender las órdenes de los usuarios