Cantabria saca del calendario escolar las vacaciones de Semana Santa y carnaval
La reforma prevé cinco días de descanso a finales de febrero y otros cinco en mayo
El Gobierno de Cantabria ha decidido eliminar las fiestas de carnaval y las vacaciones de Semana Santa del calendario escolar a partir del próximo curso. En su lugar, los estudiantes disfrutarán de cinco días de descanso a finales de febrero y de otros cinco a principios de mayo. Con ello se logra una distribución más regular de los cinco bimestres en que, desde el presente curso, se divide la actividad lectiva en los colegios cántabros. Así, el alumnado cántabro dispondrá el próximo curso de cuatro descansos de una semana: el primero, entre el 30 de octubre y el 5 de noviembre; del 23 de diciembre al 7 de enero el segundo, coincidiendo con las tradicionales vacaciones de Navidad; del 22 al 27 de febrero el tercero, y del 30 de abril al 4 de mayo el último.
“El objetivo es repartir de forma más rigurosa los días lectivos y no lectivos sin depender de las fechas en que caiga carnaval o Semana Santa” cada año, han explicado fuentes de la Consejería de Educación, que dirige Ramón Ruiz.
El nuevo calendario escolar, que se aprobará oficialmente a finales de semana ya que cuenta con el beneplácito de gran parte de la comunidad educativa y de los sindicatos de profesores, mantiene como festivos el Jueves Santo y el Viernes Santo de 2018. El curso comenzará el 7 de septiembre para los alumnos de educación infantil y primaria, el 12 para los de la ESO y el 14 en bachillerato, y se extenderá hasta finales de junio, manteniendo los 175 días lectivos que tienen todas las comunidades autónomas.
El Gobierno de Cantabria ya revolucionó la organización de escuelas y familias el año pasado al decidir que, en lugar de los tradicionales tres trimestres escolares divididos por tres periodos de vacaciones (Navidad, Semana Santa y verano), el curso 2016-2017 incluiría una semana de descanso cada dos meses lectivos, comenzaría a principios de septiembre y terminaría a finales de junio para acortar las vacaciones de verano. En paralelo, los alumnos pasaron a tener cinco evaluaciones –tres cuantitativas y dos cualitativas– en lugar de las tres tradicionales, medida que ha suscitado bastantes críticas por la sobrecarga de exámenes y de tareas que ha comportado para los estudiantes antes, durante y después de cada periodo vacacional. Los sindicatos de docentes habían solicitado volver al sistema de tres evaluaciones independientemente de los cinco bimestres en que se reparte el curso, pero fuentes de la consejería que encabeza Ramón Ruiz han asegurado a La Vanguardia que para el curso 2017-2018 se establecerán cuatro.
Los cambios en el calendario escolar han suscitado las críticas del Partido Popular, que duda de los beneficios pedagógicos de esta nueva organización de las clases y asegura que los niños están más estresados y cansados que antes. La portavoz de educación del PP cántabro, Mercedes Toribio, ha sido especialmente dura con “la ocurrencia” de eliminar las vacaciones escolares de Semana Santa porque considera que “marcan también las vacaciones de las empresas, y las familias cuentan con ellas para conciliar”, según declaraciones recogidas por la agencia Efe.
Las reformas propuestas por la Consejería de Educación para obviar las fiestas laicas (carnaval) y religiosas (Semana Santa) en la organización escolar cuentan con el respaldo de los sindicatos y el visto bueno de los profesores de los centros públicos, pero no con el de los concertados, donde los maestros son reticentes a desligar las fechas de Pascua de los periodos de vacaciones.
En cuanto a los padres, la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Fapa), mayoritaria en la enseñanza pública de la región, apoyó desde el principio los cambios introducidos el año pasado, mientras que la Concapa –de referencia en la escuela concertada– se opuso e insiste en mantener “las vacaciones tradicionales” para no dificultar más la conciliación entre los horarios escolares y laborales.
El curso 2017-2018 tendrá cinco bimestres, con cuatro parones de una semana y cuatro evaluaciones