Tres fans inesperados
Rufus Wainwrigh, uno de los imprescindibles (con Sting, Ludovico Einaudi, Gipsy Kings y Kool & The Gang) que va a tener esta quinta edición del festival veraniego más barcelonés, el de Pedralbes, contó ayer con un trío de fans inesperado. Cada uno con los suyos y unos con más tiempo que otros para disfrutar del renovado
village con muebles de jardín a prueba de lluvia, se encontraron allí sin haberlo previsto Santi Vila, Albert Om y Jordi Basté.
El primero en pisar la zona noble fue Albert Om. Se sabía de memoria el recorrido de la estrella canadiense, que comenzó a tocar el piano con seis años y a los trece ya hacía giras con The McGarrigle Sisters and Family, pero confesó que todavía no lo ha entrevistado y que, además, debutaba en un concierto del artista en directo.
El segundo de los fans inesperados de Rufus en llegar a Pedralbes tras el largo lunes festivo (que aprovechó para ver y rever La La
Land) fue el conseller Santi Vila. También él se sabía de memoria lo del grupo folk de Rufus junto a su hermana Martha, su madre Kate y su tía Ana. O que cuando cumplió los veinte, el artista comenzó a volar por cuenta propia. Hasta su edad se sabía, básicamente porque en eso coinciden el político y el cantautor y compositor al que admira. Pero también para él ayer era el primer concierto de Rufus en directo.
En cuanto al tercer fan inesperado, Jordi Basté, llegó ya casi cuando tocaba la bocina para poner en marcha este festival que dispone de 72.800 metros cuadrados y la posibilidad de disfrutar de las obras de Gaudí escondidas en los inmensos jardines (La Pérgola y la Fuente de Hércules), el que va a vender 55.224 localidades y el que ha vuelto a confiar en el catering de Sauleda, de Sant Pol de Mar. Tiene en la hamburguesa su hit e incluso posibilidades para que todos, veganos incluidos, disfruten de la mejor gastronomía.