Carme Portaceli gana los premios Max con la reivindicativa ‘Només són dones’
Dedica el premio a “tantas mujeres olvidadas que lucharon por la libertad en España”
Anoche la valenciana Carme Portaceli demostró que uno puede ser profeta en su propia tierra. Los premios de la manzana enmascarada que diseñó Joan Brossa, los premios Max de teatro, cumplían veinte años en un escenario descomunal: el Palau de les Arts de València. El coliseo operístico diseñado por Calatrava –con la cubierta ya reparada– acogió una ceremonia que quiso reivindicar especialmente la autoría femenina y en la que justamente la gran ganadora de la noche fue Carme Portaceli (València, 1957), que se alzó con el premio al mejor espectáculo teatral del año y a la mejor dirección con Només són dones. Un reivindicativo montaje de su compañía, la Factoria Escènica Internacional, que se estrenó en el TNC la temporada pasada y que repasaba el sufrimiento de miles de mujeres que lucharon por la libertad y la República y fueron castigadas por el franquismo. Y olvidadas.
Portaceli, que ha desarrollado su carrera en Barcelona, que actualmente es la directora del Teatro Español de Madrid y que vive un momento en el que los éxitos son continuos, como su Jane Eyre, dedicó el premio “a mi amiga y autora Carmen Domingo por habernos prestado el alma de las mujeres de su familia durante un tiempo” y también a la actriz Míriam Iscla, a la cantante Maika Makovski y a la bailarina Sol Picó, que protagonizaban el espectáculo. Pero se lo dedicó sobre todo “a Tomasa Cuevas, Amparo Barayón (que fue fusilada) y tantas y tantas mujeres que lucharon por la libertad y la democracia en nuestro país, que como es habitual han sido olvidadas y sometidas a la más cruel invisibilidad, y no antes en los tiempos oscuros, sino hoy también en los libros de texto, las exposiciones y lugares públicos. Y en algunos privados se las asesina diariamente. Fueron unas valientes, unas luchadoras siempre dispuestas a luchar por ellas y por los demás”.
La gala fue dirigida por Joan Font, líder de Comediants, y eso significó mucho carácter mediterráneo y festivo, muchas sorpresas, música, mascaras y color. Una mezcla de magia, danza, ópera, circo y teatro de calle que fue presentada por la actriz y humorista Ana Morgade, que bromeó con que la gala fuera retransmitida por La 2 de televisión Española –“el canal que ve la gente, claro que sí”– y que se mostró especialmente reivindi- cativa. Además de bromear con el corredor Mediterráneo y el IVA, señaló que la gala servía para “celebrar que la escena sigue viva, que no me parece poco”, y es “una excusa perfecta para poner las autoras por delante por una vez, a ver qué pasa”.
Por lo pronto, 60 mujeres de la valenciana Banda Sinfónica 8 de Marzo abrieron una gala en la que incluso actuó Carles Santos y en la que se premió a Nuria Mencía como mejor actriz por La respiración y a Ángel Ruiz por Miguel de Molina al desnudo, que dedicó la obra “a todos los que sufrieron la opresión, la persecución y el olvido, ojalá la Ley de Memoria histórica se lleve a
cabo”. Hubo aún más memoria, porque los Kukai Dantza, mejor espectáculo de danza por Oskara, recordaron “que se cumplen los 80 años que se bombardeó Gernika y se masacró un país entero” y quisieron recordar en castellano y euskera “los Gernikas que hoy suceden todos los días, honrar a los ciudadanos que supieron levantarse y nos han transmitido nuestra lengua y cultura hasta el día de hoy”.
Historias de Usera, de la Sala Kubik de Madrid, ya cerrada desde el pasado junio, obtuvo el premio a la mejor producción privada de artes escénicas, un espectáculo que nació como un homenaje al barrio que acoge la sala y en el que seis vecinos dieron vida a las historias. La bailaora Rocío Molina obtuvo el premio a la mejor coreografía y la mejor intérprete femenina de danza por Caída del cielo. Y Alfredo Sanzol se alzó como el mejor autor teatral –arrebatándole el premio a Carmen Domingo, la autora de Només són dones– por La
respiración. Y Salvador Távora recibió con un discurso emocionado y emocionante el Max de Honor.
MUCHA MEMORIA HISTÓRICA Los Kukai Dantza recordaron los 80 años de Gernika y “las Gernikas de hoy”
HUMOR Y MEDITERRÁNEO Joan Font, de Comediants, dirigió una gala presentada por Ana Morgade